La población mantiene tomada la plaza principal a la espera de la renuncia del presidente. El francés Sarkozy amenazó con adoptar una "respuesta grave"
Hosni Mubarak tiene las horas contadas como presidente de Egipto.
Mientras continúan las protestas en el centro de El Cairo, lo que demuestra que la población le perdió el miedo a las patotas oficiales, los países occidentales siguen presionando a Mubarak para que renuncie.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó hoy que "el futuro de Egipto debe ser decidido por el pueblo egipcio" en un proceso de transición que debe comenzar "ya" y llevar a unas elecciones "limpias e imparciales".
Obama reiteró que los episodios de violencia, en particular los ataques a periodistas y defensores de los derechos humanos, sufridos en Egipto en los últimos días son "inaceptables".
Según afirmó el mandatario estadounidense, cómo se desarrolle el proceso de transición "lo decidirán los egipcios", en consultas que ya han comenzado, pero
esas conversaciones "deben ser significativas, incluir una representación amplia y resolver quejas reales" de la sociedad civil.
En tanto, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo hoy que "lo ocurrido en Egipto ayer y antes de ayer, con violencias, amenazas e intimidaciones contra periodistas es inaceptable, incalificable e inadmisible. Estoy impactado. Y si continúan habrá de nuestra parte una respuesta con graves consecuencias sobre las relaciones".
A todo esto, la plaza Tahrir continúa repleta. Desde la mañana temprano, miles de personas, muchas de ellas familias enteras acompañadas de sus hijos menores, cruzaron los puentes sobre el Nilo para entrar en la plaza, indicio de que el movimiento no quedó intimidado pese a las repetidas cargas de los leales a Mubarak.
Tras casi 30 años al frente del gobierno egipcio, la Casa Blanca dijo que analiza varias posibilidades con los representantes egipcios sobre la suerte de Mubarak, entre ellas su cese inmediato dando paso a un gobierno de transición respaldado por los militares.
Los congregados en la plaza –cientos de miles- empuñaban carteles que decían "!Ahora!", la segunda cifra más abultada desde el cuarto de millón que lo que lo hizo el martes. Bautizaron la concentración de hoy con la consigna de "día de la despedida".
Miles de personas comenzaron a corear consignas contra Mubarak tras las plegarias rituales del viernes: "!Vete! vete! !vete!". Un hombre en una silla de ruedas fue izado con silla y todo mientras agitaba los brazos.
Los reunidos pasaron por controles de seguridad levantados por lo militares y piquetes de manifestantes en los accesos a la plaza.
Por la tarde, un grupo de partidarios de Mubarak ocuparon otra plaza a varias cuadras de distancia e intentaron entrar en Tahrir, golpeando con palos las vallas metálicas en un alarde de intimidación. Sin embargo, los manifestantes los repelieron a pedradas.