El ministro de Economía, Amado Boudou, y su par de Planificación Federal, Julio De Vido, negaron rotundamente que en el país se viva un proceso inflacionario o una escalada sostenida y generalizada de precios de bienes y servicios.

"La inflación, en términos técnicos, cuando hay una baja de la inversión -cosa que en Argentina no la hay porque la inversión está en permanente crecimiento- o cuando hay déficit fiscal, puede ser un tema preocupante", señaló De Vido.

"No habiendo estas dos variables centrales de preocupación, como decía el ministro Boudou, puede haber dispersión de precios, puede haber tensiones de precios, pero de ninguna manera el fenómeno inflacionario que tan erróneamente plantea la oposición", insistió De Vido en declaraciones radiales.

Casi al mismo tiempo, pero por otra emisora, el ministro de Economía reconoció que "puede haber incrementos en productos por la estacionalidad" y recomendó "evitar" el consumo de esos bienes. "Mantengo muy fuerte lo que dije de que la gente tiene que caminar para buscar precios. Dentro del mismo barrio a veces hay lugares que tiene los productos hasta tres veces más caros", sostuvo el jefe del Palacio de Hacienda. La semana pasada dio como ejemplo que la titular del Banco Central, su "amiga" Mercedes Marcó Del Pont, conseguía la palta a 1 peso en el Mercado Central.

El ministro de Economía agregó que "los precios de los servicios públicos y el transporte no aumentaron", lo que consideró "un mérito de la gestión de este gobierno", en tanto que el ministro de Planificación consideró que "la situación económica (de la Argentina) la veo absolutamente pujante".

"Hubo récord de demanda de turistas en todo el país, en la Costa Atlántica y en Córdoba", explicó De Vido, al tiempo que completó: no hay en la Argentina "variables centrales de preocupación" respecto de la inflación.