Desafiando al gobierno y decididos a sacar del poder al vitalicio Mubarak, cientos de miles de personas participan de la multitudinaria "marcha del millón"
Desafiando una vez más al gobierno y decididos a todo para sacar del poder al vitalicio Hosni Mubarak, cientos de miles de personas participan hoy de la multitudinaria marcha del millón que, con epicentro en la Plaza Tahrir (Plaza de la Liberación), exigen por octavo día consecutivo la renuncia del presidente.
En medio de la caótica situación que vive el país desde hace días con la salida de los manifestantes a las calles, alentados por las revueltas tunecinas que hicieron caer al gobierno, la oposición convocó a esta multitudinaria marcha que esperan que sea determinante para el futuro del país. Además, se llamó a una huelga indefinida.
En tanto, la televisión estatal -controlada estrictamente por el gobierno de Mubarak- llamó hoy a la población a permanecer en casas y evitar lo que podrían ser manifestaciones violentas.
Las autoridades egipcias ordenaron anoche el cierre inmediato de las rutas que llevan a El Cairo y del puerto de Alejandría, en el norte de Egipto, además de la suspensión del servicio de trenes en todo el territorio. No es la primera vez que recurre a una solución tan drástica.
El viernes, desconectó a Egipto del resto del mundo cortando los servicios de Internet y de telefonía celular.
Los egipcios esperaban ansiosos anoche que el Ejército, la institución más respetada en el país, se pronunciara claramente sobre las protestas.
Y así fue: en un comunicado, expresaron que las demandas de los manifestantes son “legítimas” y aseguraron que no utilizarían la fuerza para controlar las marchas.
Desde el viernes pasado, la policía dejó de patrullar las calles, con lo que los desbordes se multiplicaron y comenzaron los robos y saqueos. Es por eso que a los retenes militares se suman los de los grupos de autodefensa que forman los vecinos en los barrios.