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3 de diciembre de 2024
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Raúl Castro: "O nos rectificamos o nos hundimos"
El presidente de Cuba, que habló ante la Asamblea Nacional, golpeó varias veces la mesa y exigió a los dirigentes "desterrar la mentira en la información oficial"
18 de diciembre de 2010
El presidente de Cuba, Raúl Castro, hizo una dura autocrítica durante un severo discurso en el cual advirtió sobre la necesidad de que el país y sus dirigentes rectifiquen los errores económicos cometidos porque, de lo contrario, la revolución y el esfuerzo de generaciones enteras se hundirá.

"O rectificamos o ya se acaba el tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos, y hundiremos el esfuerzo de generaciones enteras", explicó Castro ante la Asamblea Nacional de Cuba.

Durante su discurso de más de dos horas, Castro realizó una revisión de los errores cometidos en el país, fue crítico con las malinterpretaciones del socialismo y anunció una actitud muy exigente con todos los dirigentes de cara al proceso de reformas que enfrenta la isla.

Llamó a desterrar definitivamente el secretismo y la mentira entre los cuadros dirigentes del país y advirtió que quien miente "debe ser removido definitiva y no temporalmente del cargo que ocupa", e incluso ser separado de las filas del Partido Comunista.

El presidente cubano enfatizó en que los acuerdos del gobierno deben cumplirse y no convertirse en letra muerta como ha sido habitual e insistió en que repetir errores pone en juego "la vida de la revolución".

El gobernante citó en varias ocasiones a su hermano y ex presidente Fidel Castro, y cuestionó el por qué algunas de sus "orientaciones" e "instrucciones" en materia económica no fueron cumplidas en las últimas décadas.

"Nos faltó cohesión, organización y coordinación entre el Partido y el Gobierno", indicó el general Castro, quien anunció que el próximo año se analizarán modificaciones en los métodos de trabajo del PCC.

"El Partido debe dirigir y controlar y no interferir en las actividades del Gobierno a ningún nivel", resaltó.

Sobre la aplicación de su plan de reformas económicas, dijo que los "adversarios de la revolución" realizan campañas para advertir que ese proceso será un fracaso y está siendo recibido en la isla con escepticismo.

En respuesta, subrayó que él no fue elegido presidente de la isla para "restaurar el capitalismo en Cuba ni para entregar la revolución" sino para continuar perfeccionando el socialismo.

"Es mucha la sangre derramada por nuestro pueblo para aceptar el desmantelamiento de lo logrado al precio de tanto sacrificio", aseveró.

Durante una revisión de algunos de los principales errores cometidos en las últimas cinco décadas en la isla, Castro señaló que varios de los problemas actuales tuvieron su origen en medidas de distribución que implantaron el igualitarismo.

Tras aseverar que la revolución tiene plena conciencia de los errores cometidos, subrayó que los nuevos "lineamientos" del Partido, que resumen la política de reformas de su Gobierno, señalan el rumbo al "futuro socialista".

"El tiempo que nos queda es corto, la tarea gigantesca. Estamos en la obligación de aprovechar el peso de la autoridad moral que tenemos para dejar el rumbo trazado", estimó Raúl Castro, al mando de Cuba desde que enfermó en 2006 su hermano Fidel.

Durante el discurso, golpeó varias veces la mesa, exigió a los dirigentes veracidad en sus informaciones, "desterrar la mentira en la información oficial" y respetar el presupuesto y el plan de la economía.

"El plan y el presupuesto son sagrados y se elaboran para ser cumplidos", subrayó el presidente, que se definió enemigo del "secretismo".

Asimismo, dijo que las limitaciones de pago que tuvieron desde 2008 los bancos cubanos con el exterior, en 2011 serán suprimidas y agradeció a los acreedores de Cuba la confianza y posibilidad que hubo de renegociar parte de la deuda en 2010.