El organismo internacional, tan criticado por el Gobierno K, viene a la Argentina para asesorar en un índice de precios que sea creíble a nivel nacional. Los detalles
El gobierno de Cristina Kirchner, por primera vez en cinco años, recibirá oficialmente esta semana a una delegación del Fondo Monetario de Internacional en Buenos Aires.
Tanto en el FMI como en el Ministerio de Economía afirman que la misión que aterrizará en el Aeropuerto de Ezeiza es “de carácter técnico” y que su único objetivo es brindar asistencia en la construcción de un nuevo índice de precios nacional. Pero no todos los ven así. “Vamos a la Argentina porque las autoridades nos pidieron ayuda con su índice precios al consumidor”, confirmó Caroline Atkinson, vocera del organismo, en una conferencia de prensa el jueves pasado en Washington.
Atkinson no dio muchos detalles sobre cómo será la misión. “Podré contar más de la visita cuando estemos allí”, se limitó a decir. Agregó, sin embargo, que “lo que esperamos, y es lo típico en este tipo de misiones, es que el equipo se entreviste con funcionarios, técnicos del INDEC y también con los que utilizan los datos oficiales. Queremos hablar tanto con los productores de la estadísticas como con los usuarios”, remarcó.
La Casa Rosada habría aceptado ceder un poco también a este nivel. Es porque la delegación del Fondo tiene toda la intención de entrevistarse con los “usuarios” de las estadísticas, es decir empresarios, consultores, sindicalistas o académicos , incluso aquellos que han venido denunciado la manipulación de las estadísticas desde que el INDEC fue “intervenido” políticamente en diciembre de 2006.
Por otro lado, el trabajo de la misión del Fondo en Buenos Aires, coincidirá con el inicio de las negociaciones con el Club de París por una deuda de US$ 6.700 millones que está en default desde 2001.
El gobierno insiste en que ambos eventos no tienen ninguna relación. Sin embargo, políticamente están íntimamente relacionados.
En efecto, en el Club de París, el ministro Boudou tendrá que negociar con los mismos países europeos que vinieron presionando dentro del directorio del FMI para que se sancione a la Argentina por estar violando otro artículo (el octavo) de su carta orgánica. De acuerdo a este artículo todos los países miembros del Fondo están obligados a proveer regularmente estadísticas “precisas” sobre los diferentes indicadores de sus respectivas economías.
Presionados fundamentalmente por algunos países europeos que pensaban que había que poner fin a esta situación, el staff del fondo redactó un informe muy crítico sobre la falta de cumplimiento argentino de ese artículo. Para evitar que ese documento fuese elevado al directorio, el Gobierno pidió oficialmente que una misión del Fondo viaje a la Argentina para colaborar en la construcción de un nuevo índice de precios.