El canciller argentino se negó a responder la consulta sobre la cláusula democrática aprobada por la Cumbre Iberoamericana y la presencia del gobierno castrista en el encuentro
En forma sorpresiva, la presidenta Cristina Kirchner evitó hoy participar de una conferencia de prensa en el cierre de la XX Conferencia Iberoamericana, tal vez para evitar preguntas incómodas como las que le tocó padece al canciller Héctor Timerman.
"No es paradójico que Cuba asista a la Cumbre Iberoamericana en momentos en que se aprueba una cláusula democrática", preguntó un periodista español a Timerman.
Incómodo, y al borde del enojo, Timerman -un ex periodista- respondió que se trataba de "un comentario y no de una pregunta", por lo que pasó a otro tema.
Luego, la canciller española Trinidad Jiménez argumentó que cuando España creó la Cumbre Iberoamericana en 1991 no puso restricciones, por lo que pudo participar Cuba y en cambio la nueva carta democrática rige ahora para que "cuando se subvierta
el orden institucional no se consolide y se revierta la situación" irregular.
Sin imaginar lo que se venía, el canciller argentino había destacado en la apertura de la conferencia "la carta democrática que pone en el lugar debido la defensa de las instituciones democráticas a las que todos los países debemos aceptar cumplir".
"De esta manera no queda ningún foro internacional al que pertenezcamos en el que cual se pueda ser miembro si no se respetan los valores democráticos. Aquellos países que estén gobernados por golpistas o antidemocráticos no tendrán ninguna
organización a la que puedan pertenecer", remarcó.
Pero ante la pregunta sobre Cuba, el funcionario argentino pareció echar mano del "doble estándar" que siempre cuestiona la presidenta argentina.