Docentes bonaerenses cumplen desde este miércoles un paro que se extenderá por 48 horas en todas las escuelas públicas de la provincia, con alto acatamiento.

La medida se resolvió ante la falta de propuestas de mejoras salariales para el actual ciclo lectivo. Ayer fracasaron las negociaciones en la cuarta paritaria que se convoca en lo que va del año para llegar a un acuerdo salarial, por lo que se dispuso poner en marcha la medida de fuerza.

El paro por 48 horas fue cuestionado por el gobernador Felipe Solá, quien calificó de "extorsionadores" a los gremios docentes y los acusó de tener una "mentalidad chiquita, con la que no se puede sacar a la educación adelante".

Durante un acto que encabezó anoche en la Casa de Gobierno provincial, en La Plata, Solá apuntó contra los "jefes sindicales de los gremios docentes que tienen problemas políticos internos y los quieren resolver con el paro".

"Siempre vienen a sentarse a la mesa para discutir con nosotros con el paro ya decretado, sólo le tienen que poner fecha. Estamos bajo la extorsión del paro y los padres y los 4 millones de alumnos siempre están bajo esa amenaza", se quejó.

El mandatario calificó la actitud de advertir las medidas de fuerza como "una liturgia" y dijo que a los dirigentes gremiales "les interesa mucho más saber quién movilizó más y qué filial trajo más gente, que sacar la educación adelante".

"Ellos conocen a la perfección el gasto de la Provincia y que por la coparticipación recibimos cada vez menos en porcentaje sobre la masa total de recursos que tiene la Nación", aseguró.

El gobernador sostuvo que el problema de la negociación con la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) y del Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación (SUTEBA) "no es de diálogo sino de mentalidad".

El paro de 48 horas fue convocado luego que en la reunión de paritarias el ministro de Economía provincial, Gerardo Otero, les comunicó a los gremios que no existe la posibilidad de otorgar un aumento salarial a los docentes para lo que resta del año.

La titular de la FEB, Mirta Petroccini, dijo que "evidentemente, no existe la decisión política de aumentar el presupuesto educativo para que los docentes cobren un salario digno".

La dirigente gremial advirtió además que "de no haber respuestas de aumento salarial para lo que resta del año, es muy posible que el ciclo lectivo no termine con normalidad" y adelantó que "tampoco está confirmado el inicio de las clases para el próximo año".

Criticó al gobernador Solá al que acusó de "desprestigiar a los docentes y endurecer el conflicto" y dijo que si le preocupa que no se cumplan los 180 días de clase "que destine mayor presupuesto para salarios dignos, para mejorar las condiciones de enseñar y aprender y para infraestructura escolar".

"Creer que estas son medidas de fuerza decididas por las cúpulas sindicales es subestimar la autonomía de las bases y desprestigiar a los propios docentes, que son los que tienen la última palabra en este conflicto", explicó.

La dirigente aseguró que la contundencia de las últimas medidas de fuerza son la mejor evidencia de que los docentes cumplimos con lo que prometemos", aunque manifestó que "está claro que no podemos decir lo mismo del gobernador".

Los docentes reclaman un aumento salarial que incluya un salario de bolsillo de 1.000 pesos y la incorporación al básico de 225 pesos que los educadores cobran como cifras remunerativas no bonificables.