El ex dictador chileno Augusto Pinochet (1973-1990) asumió hoy su "responsabilidad política por todo lo obrado" durante los años de su gobierno, marcado por la sistemática violación a los derechos humanos, y reiteró su convicción en que todo lo realizado "no tuvo otro norte que engrandecer a Chile y evitar su desintegración".

"Hoy cerca del final de mis días, quiero manifestar que no guardo rencor a nadie, que amo a mi patria por encima de todo y que asumo la responsabilidad política de todo lo obrado", escribió Pinochet en una carta leída por su esposa, Lucía Hiriart.

En el marco del cumpleaños número 91 del ex dictador y ante decenas de simpatizantes de la dictadura encabezada durante 16 años por Pinochet, la mujer leyó con un alta voz las palabras escritas por su marido, en las que además envió un mensaje a su familia y colaboradores, quienes a su juicio han sufrido "vejámenes, persecuciones e injusticias".

"Quiero especialmente dar un mensaje de apoyo a mis camaradas de armas, muchos de ellos privados de libertad, que sufren la persecución y la venganza de quienes desencadenaron la confrontación cívica y la violencia que obligó a las Fuerzas Armadas y de Orden a intervenir para superar un conflicto que parecía insalvable. Gracias a su coraje y decisión, Chile pudo transitar entre la amenaza totalitaria y la plena democracia, que nosotros restablecimos y de la cual gozan hoy todos nuestros compatriotas", dijo.

El nonagenario ex dictador, procesado por torturas, desapariciones y ejecuciones calificadas cometidas por los organismos represivos de su gobierno, tuvo palabras también para quienes hoy administran el Estado de Chile, y quienes en dictadura fueran blanco de persecución política.

"Si al cabo de treinta años, quienes provocaron el caos y el enfrentamiento se han renovado y reinsertado en un Estado de derecho, no cabe reclamar castigo para quienes evitaron que se extendiera y profundizara", indicó.