Debieron trasladarlo a una clínica hace 2 semanas por un malestar y bajo estricto hermetismo. El 10 de febrero lo habían intervenido de urgencia en la carótida
En secreto, el ex presidente Néstor Kirchner fue internado hace dos semanas para hacerse un examen intestinal, debido a su síndrome de colon irritable, y permaneció casi seis horas en una clínica.
Fueron varias horas en las que la salud del patagónico volvió a preocupar a su entorno, como pasó en febrero, cuando debió ser operado de urgencia por una afección en la arteria carótida.
Al final, sólo fue un dolor pasajero, se hizo un control de rutina, y Kirchner regresó a la residencia de Olivos.
El miércoles 11, a las 21, el ex presidente cerraba un día lleno de derrotas.
Diputados había dado media sanción a la Ley de Protección de Glaciares, vetada por su esposa en 2008, y el Senado se apretaba a hacer lo mismo con la reforma del Indec.
Fue entonces cuando sintió un malestar intestinal y en su colaboradores más cercanos comenzaron a levantar el teléfono para encontrar atención médica en el centro más cercano, reveló Perfil.com.
Minutos más tarde, Kirchner ingresaba a la Clínica Olivos en absoluta reserva para someterse a un chequeo de su colon irritable.
Todo un piso del sanatorio fue desalojado, según relató a Perfil.com una fuente que prefirió el anonimato pero presenció por completo la internación del ex presidente.
Cuando el médico se encontró con su paciente, Néstor Kirchner, observó algo llamativo: no tenía historia clínica. La pidió, pero se la negaron.
No había registro del pasado médico del ex presidente. Más allá de esa ausencia, el chequeo se realizó y para alivio de los acompañantes K no hubo mayores complicaciones, sólo un dolor pasajero.
A las 4 de la mañana, seis horas después de su ingreso, Kirchner se retiró, con la misma reserva con la que había entrado.