Un minero le dijo a la esposa que cuando salga, se casan
Esteban Rojas le envió una carta a su esposa Jessica Yáñez. Le prometió: "Cuando salga, compramos el vestido de novia y nos casamos por Iglesia"
25 de agosto de 2010
Cuando a las cerca de 200 personas que habitan el campamento Esperanza les entregaron las cartas escritas por los 33 mineros atrapados como respuesta a sus mensajes enviados previamente desde la superficie al fondo del yacimiento, todos corrieron y se abrazaron con mucha alegría.
"[A] los rescatistas nos reunieron, y empezaron a decir «ha llegado carta» y les respondían «¿para quién?»", contó Carmen Baeza, esposa de Juan Illanes. "Yo estaba tiritando de los nervios. Y ahí salió mi nombre, estaba muy feliz", agregó.
En el mensaje que Carmen había enviado a su esposo le confesó que encontrarlos con vida "fue un milagro". Y Juan le respondió: "Tienes mucha razón, es un milagro. Y debemos disfrutarlo dando gracias a Dios, Rey y Salvador. Te quiero".
Con la voz apretada por la emoción, Carmen describió a su pareja como una persona que "anda con la talla a flor de labio y seguro aporta al grupo con sus chistes".
Donde casi se arma una fiesta fue en la carpa de la familia de Esteban Rojas. Jessica Yáñez le había escrito a su pareja, con quien se casó hace 25 años sólo por el Registro Civil, que esperaba que cuando lo rescataran "por fin" se casen por la Iglesia.
Ésta fue la respuesta de Rojas: "Hola Jessica, muchas gracias por preocuparte y pedirle a Dios que estemos bien. Saludos a mis hijos, a mis nietos y a mis yernos y a mis papás […]. Los quiero mucho y sigan rezando para salir luego de este lugar. Y cuando salga, compramos el vestido de novia y nos casamos por la Iglesia. Se despide, Esteban Rojas".
La promesa puso feliz a Jessica, que no dejó de pasar el aviso entre los parientes que la acompañaban al lado de una fogata: "Ya saben, necesito cocina, refrigerador. Les voy a pasar la lista de novios".
¿Pero cuál era la razón de postergar la ceremonia? "Esteban siempre decía que nos íbamos a casar por la Iglesia para que el Señor bendijera nuestro hogar. Pero no teníamos los medios económicos", explicó. "Si no se casa ahora, le hago una demanda", amenazó.