La protesta de Moyano ya hizo cerrar tres plantas de Techint
El bloqueo contra las instalaciones de Siderar lleva seis días sin que el gobierno haga nada. Las fábricas de Haedo, Canning y Florencio Varela ya dejaron de operar
23 de agosto de 2010
Tres plantas de la compañía siderúrgica Siderar, del Grupo Techint, debieron bajar la persiana luego de ser sometidas a seis días de sitio por parte de los camioneros liderados por Hugo Moyano, el secretario general de la CGT aliado del gobierno K.
“Lo único que pedimos es que se cumpla el convenio colectivo de trabajo, porque Siderar es responsable solidario de los fleteros que contrata”, señaló un dirigente de los camioneros.
Ellos, y una docena de camiones estacionados en hilera en la vereda de enfrente de la fábrica, son la única señal del conflicto que mantiene completamente paralizadas desde hace seis días ésta y otras dos plantas de Siderar, en Florencio Varela y Haedo.
También está seriamente comprometida la actividad otras tres plantas, incluida la fábrica de Siderar de Ramallo y otras dos en Ensenada y Rosario.
Ayer la de Haedo, Canning y Florencio Varela dejaron de operar.
El viernes hubo seis horas infructuosas de reuniones en el Ministerio de Trabajo. Para hoy habría un nuevo encuentro. De concretarse, será después de que Pablo Moyano encabece una asamblea frente a la fábrica de Haedo, para definir el “plan de lucha”.
Para el miércoles, de seguir el conflicto, ya pasará a la agenda de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). Así lo anunció su titular, el taxista Omar Viviani.
El gremio de los camioneros reclama a Siderar, la acería de Techint, que se haga gremialmente “solidario” del cumplimiento del Convenio 40/89 que regula la actividad de los camioneros.
¿Qué le pide? Que Siderar no sólo supervise el cumplimiento gremial de 50 empresas transportistas que contrata, sino el de otras 250 fleteras subcontratadas. Techint, en un comunicado a la Bolsa, calificó el reclamo de “ilegítimo”.
Moyano -hijo del titular de la CGT- aseguró ayer que la medida no es un “bloqueo”.
De hecho, es cierto. En Ezeiza no había ayer un solo camión atravesado en la puerta. Tampoco había gente entrando o saliendo, y menos camiones o autos. No había nadie.