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3 de diciembre de 2024
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Popeye sigue siendo un ejemplo
Investigadores comprueban su influencia en niños a la hora de mejorar hábitos alimenticios. Estos doblan su ingesta de hortalizas tras ver al popular marinero
14 de agosto de 2010
De sobra es sabido que los niños siempre imitan a sus héroes e ídolos. Uno de ellos, durante varias generaciones y sobre todo para los que ya no son tan niños, fue Popeye. Sólo necesitaba de espinacas para salir victorioso cada vez que tenía problemas con Bluto (o Brutus) o debía sacar de apuros a su amada Olivia.

Tras saberse que lo que contaba Popeye era cierto (las espinacas proporcionan más fuerza), ahora los investigadores han decidido comprobar si el personaje sigue influyendo en los más pequeños, preparando para ello un estudio para comprobar si el famoso marinero aún influye a los niños para mejorar sus hábitos alimenticios.

Un grupo de investigadores de la universidad de Mahidol, en Bangkok, trabajaron con un grupo de niños de entre 4 y 5 años a los que ofrecieron un plato con varias piezas de espinacas. Antes de ver episodios de Popeye los pequeños, como mucho, comían dos piezas, mientras que tras ver los dibujos animados doblaban el consumo.

Todo esto forma parte, según explicaban esta semana en el Telegraph, de un programa en el que también aprender a plantar hortalizas, además de otros productos como frutas.

Los resultados, publicados en la revista Nutrition & Dietetics, no hacen más que confirmar el tremendo poderío que un dibujo animado como Popeye tiene sobre los más pequeños. Hace ya casi un siglo, concretamente en la década de los 30, el popular marinero ya ayudó de forma significativa a salvar a la industria de la espinaca en EE UU. En Crystal City, Texas, sin ir más lejos, erigieron una estatua en su honor.