Esto provocará un fuerte impacto sobre el sistema de atención de la salud. En la Argentina hay 6,4 millones de jubilados y pensionados. Debate en un Congreso médico
Atender la salud de las personas mayores ante el progresivo envejecimiento poblacional, representará el principal desafío para la Argentina en los próximos años, ya que en el 2025 uno de cada cuatro habitantes tendrá más de 65 años y se requerirán mayores recursos para financiar el sistema de atención médica, mientras la proporción de aportantes se reduce año tras año.
En 1950 había en el mundo 12 trabajadores por cada jubilado o mayor de 65 años, relación que en el 2010 descendió a 9, mientras que el problema en la Argentina es que hay apenas 2,5 personas (poco más de 16 millones de habitantes) en condiciones de trabajar, por cada jubilado o pensionado (6,4 millones).
Además, como agravante, el 30 por ciento desempeña tareas en negro, por lo que no realiza aportes al sistema previsional ni a las obras sociales.
Según datos del Programa de Salud para Adultos Mayores del gobierno de la ciudad, actualmente, en Argentina los mayores de 60 años representan el 13,3%, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires alcanzan al 22% de la población.
Los datos abren un gran interrogante sobre el futuro del sistema de atención de la salud y forman parte de los trabajos elaborados por la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (ACAMI) sobre las proyecciones del envejecimiento poblacional sobre los planes sanitarios para los próximos años.
La entidad, que nuclea a 27 prestadores sin fines de lucro, como CEMIC, FLENI, OSDE, y los hospitales Alemán, Británico e Italiano, entre otras instituciones, organiza el XIII Congreso Argentino de Salud, que este año se realizará entre el 1º y el 3 de setiembre en Mendoza y San Juan, con la participación de prestadores, financiadores y profesionales de la salud.
La expectativa de vida al nacer ya alcanza en la Argentina los 73,1 años en promedio, (69,7 años para los hombres y 76,8 para las mujeres), e incide en forma directa en el incremento gradual del gasto en salud.
Las estadísticas del sector privado indican que los afiliados de más de 60 años representan el 25,7 por ciento de su nómina, pero requieren el 63 por ciento de los medicamentos.
En un trabajo con vistas al XIII Congreso Argentino de Salud, especialistas informaron que el costo per cápita en salud para quienes superan los 65 años es entre tres a cinco veces mayor que el que requiere el resto de la población. En la Argentina, más del 10 por ciento de los habitantes ya integra ese sector, cuya atención demanda ingentes recursos que complican aún más el financiamiento del sistema.
Para el titular de ACAMI, Marcelo Mastrángelo “gran parte del incremento del gasto sanitario es también determinado por factores no demográficos, como la intensidad y calidad de la atención medica, el costo de los tratamientos y las nuevas tecnologías médicas”.
“Inciden drásticamente en los costos los aumentos registrados en medicamentos e insumos médicos, las regulaciones y la judicialización de la medicina, que se evidencia en amparos, medidas cautelares y juicios por mala praxis. Estos factores, a diferencia del envejecimiento, son susceptibles de ser regulados y pueden ser controlables”, señaló Mastrángelo.
Problema mundial
La población mundial ya alcanza los 6.900 millones de personas y su crecimiento se evidencia en los países en desarrollo. Los habitantes de África, por ejemplo, se habrán duplicado hacia 2050 y llegarán a 2.000 millones.
Por el contrario, los países desarrollados, que tienen 1.200 millones de habitantes, deberán adaptarse al envejecimiento de su población. En Japón, por ejemplo, donde la tasa de fecundidad cayó a 1,4 niños por mujer, hay apenas 3 adultos por persona retirada, la relación más baja del mundo con Alemania e Italia, destaca un informe de World Population Prospect (WPP).
En 2050, Japón no tendrá más que un adulto en edad de trabajar por cada jubilado. Alemania, Italia y Francia, presentarán una relación de 2 a 1. Estados Unidos, actualmente con una proporción de cinco activos por cada pasivo, caerá a 3 a 1. Estas cifras – según WPP— exigen el urgente ajuste de los sistemas previsionales y las coberturas sanitarias a las tendencias demográficas.
En Latinoamérica, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el envejecimiento acelerado implicará pasar de ser una región con 55 millones de adultos mayores en la actualidad, a otra con mas de 200 millones en 2050, generando una presión inédita sobre la pobreza, los recursos previsionales y los sistemas de salud.