"Escuchar a Biolcati hablando de pobreza es como escuchar a Satanás celebrando la misa de Gallo", dijo el ministro de Agricultura. Dura respuesta oficial
El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, criticó el discurso en la inauguración de la muestra de la Sociedad Rural y consideró que "escuchar a Biolcati hablando de pobreza y de espíritu confrontativo de nuestro gobierno, es como escuchar a Satanás celebrando la misa de Gallo en jueves santo".
Desde la India, donde se encuentra en una misión comercial con funcionarios y empresarios, el titular de la cartera de agricultura llamó a "erradicar el discurso permanente del desencuentro".
Afirmó que “Biolcati pronosticó que íbamos a tener que importar trigo; falso, este año vamos a tener una producción de mas de doce millones de toneladas. Asistimos a una cosecha que va a superar los cien millones de toneladas de granos y oleaginosas”.
Y recordó: “Cuando pusimos en marcha los fondos rotatorios para el sudoeste para asistir a los pequeños productores nos descalificó”.
“Que pena que el presidente de la Rural no haya reconocido que hoy el productor ganadero tiene precios como nunca tuvo. Con el aumento del peso mínimo de faena Argentina esta recuperando el volumen en ganadería que el territorio le permite”, expresó el funcionario nacional.
Además, consideró “una pena” que Biolcati “no reconozca que con el aumento del corte de biodiesel la soja aumento su valor”.
Y, en ese marco, puntualizó que “en la Argentina hay trece millones setecientas mil hectáreas que la agricultura le ganó a la ganadería y esto creó una estructura productiva en la última década en la Argentina donde el setenta y siete por ciento de la tierra está en manos de contratista organizadores del negocio. Lo que hemos tratado desde el ministerio es poner en el centro de la discusión cuál es el sujeto agrario a defender. Para nosotros es el que trabaja la tierra, asume riesgo, compra e invierte; queremos más producción con más granos y más productores. Es hora de terminar con las profecías del desaliento”.