El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, anunció la instalación de 500 cámaras de seguridad en la Ciudad de Buenos Aires, y en ese marco sostuvo que la Policía Metropolitana "ya es un hecho", porque -a su entender- "le cambió la vida para siempre" a la Ciudad.

"Contra viento y marea hoy es un hecho, existe la Policía Metropolitana y lo más importante es que le cambio la vida para siempre a los vecinos", subrayó Macri, al informar sobre el avance de Plan Integral de Seguridad y del Instituto Superior de Seguridad Pública donde se capacitan los policías metropolitanos.

A su entender, "la seguridad es un valor central", ya que -afirmó- "sin ella no hay libertad y reina el miedo".

"Sin seguridad no vamos a salir de la pobreza, porque de la pobreza se sale con más respeto y con más convivencia", subrayó Macri, junto al ministro de Seguridad y Justicia, Guillermo Montenegro, y el jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco.

En la presentación, que tuvo lugar en el ex Club Deportivo Español, el mandatario porteño señaló que para fin de año su gestión espera colocar un total de mil cámaras de seguridad, en lugares estratégicos de los diversos barrios.

Además, el plan de seguridad incluye la colocación de lectores digitales de patentes en los patrulleros de la fuerza.

En ese marco, si bien remarcó la actividad de la Metropolitana, Macri aseguró que la fuerza policial recién podrá cubrir toda la Ciudad en no menos de "siete años".

Más allá de la presentación del plan de seguridad, llamó la atención el rostro de Macri, que exhibió un ojo visiblemente morado.

"Este fin de semana volví al fútbol y hubo uno que me agarró y me dejó machucado, pero nada grave", explicó el jefe de Gobierno quien agregó "menos mal que no era (Mark) Van Bommel" en relación al mediocampista holandés conocido por su juego brusco.

Del acto también participaron el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el secretario de gobierno, Marcos Peña; y el subsecretario de Tránsito y Transporte, Guillermo Dietrich.