Los futbolistas nada dijeron sobre supuestos "aprietes" de la barrabrava para perder ante Boca, cuando declararon ante el fiscal, que mostró su sorpresa y enojo
El fiscal confirmó que las declaraciones de los jugadores no ayudaron en absoluto para llevar adelante la investigación sobre supuestos aprietes de la barrabrava para que perdiera ante Boca.
"Tenía expectativa de llegar a la verdad y tal vez fue una expectativa exagerada", confesó el fiscal Marcelo Romero.
El fiscal Marcelo Romero, quien investiga de oficio las presuntas amenazas contra los jugadores de Gimnasia -por parte de la barra brava de su mismo club- para que no le ganaran a Boca, se mostró desilusionado luego de tomarles testimonio a los futbolistas.
"Frente a la gravedad de todo esto pensé que iba a escuchar otro tipo de declaraciones", contó.
Al ser consultado sobre si siente que le mintieron, Romero prefirió guardarse la respuesta. "Es una sensación que me tengo que reservar", contestó.
Y agregó: "Tenía la expectativa de llegar a la verdad en un hecho que se presentaba como muy grave. Tal vez fue una expectativa exagerada de mi parte y la verdad es esta. La causa no se cierra. Se puede reabrir en cualquier momento. Todavía tenemos pendientes declaraciones de juveniles, periodistas del Diario Olé y de la terna arbitral del partido, ya que uno de ellos manifestó que 'hubo algo raro'. Y la frase 'algo raro' es ambigua, así que quiero saber a qué refiere".
Por otra parte, Romero contó que en la charla que tuvieron los barrabravas con los jugadores, tanto el cuerpo técnico como el médico estuvieron a la distancia, y los dirigentes presentes fueron Berón y Leguizamón.
"Los simpatizantes les pidieron que contra Boca no ganaran. Les dijeron que les aguantaban el 7-0 ante Estudiantes y la eliminación en la Copa. Y lejos de ser amenazante, la charla fue hasta cómica", explicó.
Según el fiscal, Marcelo Goux fue el más lacónico en su testimonio: "Contestaba con monosílabos y era el más irritado". El defensor rescindió su contrato y ya se habría despedido de sus compañeros.
Con relación puntual a la declaraciones, Romero manifestó que no hubo diferencias de ningún tipo. "Son calcadas. Parecen fotocopias. En caso de que la diferencia fuera abismal, el fiscal puede disponer un careo", expresó.
Romero se refirió a los periodistas del Diario Olé que desataron esta polémica con un trabajo de investigación.
"De ninguna manera les pongo el mote de mentirosos. Lo que ellos me quieran aportar que a lo mejor no esté lo recibo. Seguramente tienen información que yo no tengo", aclaró.
La pregunta final fue si había sido amenazado. La respuesta del fiscal, contundente: "Si recibo una carta anónima la rompo y si es un llamado, corto. El día que sienta una presión va a ser el día que renuncie".