De la Redacción de Astersicos.Tv

Allí donde las sueños se anidan para los favoritos, llegar al séptimo partido, ya sea la final o por el tercer puesto, es un escenario que por estas horas recorre el seleccionado de Uruguay que, en silencio y sin ningún favoritismo, mezcla orgullo y felicidad.

Aún duele la derrota con Holanda que le quitó el sueño mayor de la final, pero este sábado, al medirse con Alemania, Uruguay estará a punto de acceder a su mejor ubicación mundialista en los últimos 60 años.

En el choque que se jugará a partir de las 15:30, en el estadio Nelson Mandela de Port Elizabeth, si el resultado no le es favorables a la "celeste" significará igualar el cuarto puesto logrado en el Mundial de 1970, hace cuatro décadas.

El equipo de Oscar Tabárez ya está escribiendo una rica historia que permitió regresar a Uruguay a los primeros planos mundiales después de muchas frustraciones.

Enfrente no estará un equipo fácil. Será Alemania con toda su juventud y el potencial que demostró en los octavos de final ante Inglaterra y luego en cuartos frente a Argentina, pero que no pudo insinuar ante España, justo vencedor de las semifinales.

Los teutones buscarán igualar el tercer puesto conseguido en su propia casa hace cuatro años cuando derrotaron a Portugal 3 a 1, por más que este posible resultado positivo sea muy poco para las tradicionales ambiciones alemanas.

A veces este choque tiene sabor a nada para algunas selecciones.

Italia, en 1990, que tras perder en semifinales contra Argentina, consiguió terminar con buen pie el torneo disputado en su país al imponerse por 2-1 a Inglaterra.

Turquía (2002), Croacia (1998) o Suecia (1994) son otros ejemplos de selecciones con las que pocos contaban y que coronaron con la medalla de bronce su excelente participación en el Mundial.

Además, el partido por la tercera plaza a menudo está desprovisto de encorsetamientos tácticos y suele ser garantía de encuentros emocionantes con gran cantidad de oportunidades y de goles.

No es la primera vez que Uruguay y Alemania cruzan espadas en una Copa Mundial con la tercera plaza en juego.

En 1970 se vieron las caras en México ante más de 100.000 espectadores, después de que Alemania perdiera "el partido del siglo" contra Italia en la prórroga por 3-4 y de que Uruguay sucumbiera ante la eventual campeona, Brasil, por 1-3.

Un gol de Wolfgang Overath decantó la victoria del lado europeo, que ya en 1966 había goleado por 4-0 a los Charrúas en cuartos de final.

El partido disputado en 1986 por ambas selecciones en la fase de grupos terminó en empate 1-1.

En el cómputo global, Alemania dispone de una clara ventaja, con seis victorias, y tan sólo una derrota ante los uruguayos, en 1928, durante los Juegos Olímpicos.

Uruguay pondrá mucho empeño en este partido. Luego de haber disputado la mejor Copa Mundial desde su conquista del título en Brasil 1950 y de haber superado todas las expectativas, "La Celeste" desea que la victoria y el tercer puesto sean el perfecto colofón a su extraordinario torneo.

Diego Forlán, máximo goleador del equipo y candidato al Botín de oro, se ha declarado listo para jugar pese a las molestias que arrastra.

En Alemania, que disputará ante Uruguay su partido número 99 en la Copa Mundial, todas las miradas se centran en Miroslav Klose, que con sus 14 goles en Copas Mundiales está a sólo un gol del récord absoluto establecido por el brasileño Ronaldo (15).

Sin embargo, la participación del delantero en la final de consolación no está garantizada, ya que durante el partido de semifinales disputado contra España sufrió una lesión en la columna vertebral.

La lista de la enfermería la completan Mesut Oezil (problemas musculares) y Sami Khedira (gemelos).

Se espera además que jugadores como Serdar Tasci, Dennis Aogo o Stefan Kiessling, que hasta ahora no han entrado en juego, dispongan de minutos en este compromiso.