Diego Maradona debe quedarse en el seleccionado nacional
El DT del seleccionado debe aprender de esta experiencia mundialista y es necesario que al menos siga al frente del equipo hasta la Copa América 2011. Momento de apostar a un proyecto que puede dar más
3 de julio de 2010
Por Roberto Aguirre Blanco, especial para Asteriscos.Tv
Lo escribimos en caliente, aún con los goles alemanes golpeando nuestra ilusión, con las pulsaciones a mil y con las críticas en la punta de la lengua.
Diego Maradona debe continuar como entrenador del seleccionado nacional, debe darse un fuerte apoyo a este proyecto iniciado a fines de 2008 y al menos tener una continuidad hasta la realización de la Copa América que disputará en Argentina.
Es también su ilusión por más que no lo diga, por más que su dolor de ver derrotado al equipo le plantee la idea de "cansancio", pero si bien en este proceso el astro tomó un curso acelerado de táctica y entrenador, tiene un rol de guía de este plantel que lo ubica en un lugar de reconocimiento inmejorable.
El futuro es aún de Diego, olvidando ya su pasado como estrella de logros que cada vez parecen más lejanos. Maradona -por lo demostrado en este Mundial y su ascendencia- pide a gritos una nueva oportunidad.
¿Si se equivocó?. Sin dudas, así fue, cometió errores tácticos especialmente en el último partido, pero a la vez fueron consecuencia de una creencia futbolística y si en esta etapa de aprendizaje la capacidad de asimilar está entre sus reconocimientos íntimos, este Mundial le habrá dado un gran valija llena de buena información para modificar errores.
Aquí en Sudáfrica, Maradona se fue despojando de a poco de ese rol de futbolista que tanto le costó dejar.
Se lo vio con una energía intensa el día que entró por primera vez a la cancha antes del debut ante Nigeria, y que con el correr de los partidos mutó a un hombre más concentrado en su rol de líder fuera del campo.
Esa imagen dio la pauta que había en su interior un proceso de crecimiento y maduración, y así como en su primer mundial como futbolista, en 1982 con toda la atención puesta en él, tuvo un aroma a fracaso personal, ese golpe lo llevó a aprender y estallar cuatro años después.
Es hora que Maradona deje explotar al guía, al entrenador, ya hay una generación de más de 25 años que no lo vio en el 1986 y sólo recibe la información de esas glorias por videos o el boca en boca. Es hora de una nueva etapa.
Argentina merece por su historia ganar un mundial, lo reclama la gente cada cuatros años, pero también necesita recuperar glorias en escalones menores pero no menos importantes.
Hace 18 años que no gana una Copa América y lleva dos finales consecutivas perdiendo la final con Brasil, ese sería un excelente primer paso para recuperar prestigio y renovar glorias.
En el fútbol de hoy los procesos van atados a metas de mediano alcance y desde estas columna pensamos que Maradona debe cerrar una etapa recién allí, no antes. No le sirve ni al seleccionado ni a él mismo
Una oportunidad ganada: la tuvo Marcelo Bielsa luego del gran fracaso del 2002, y Julio Grondona no quería que José Pekerman renunciara luego de Alemania 2006.
Diego merece seguir aprendiendo y quizás lograr conquistas que están pendientes de mucho antes de su llegada al selecccionado.