De la redacción de Asteriscos.Tv

El sentimiento del "Negro jefe", el dueño de la última Copa ganaba por Uruguay en 1950 o los laboriosos jugadores que pusieron a la "celeste" en el cuarto lugar en México 1970, se complotaron para ayudar a que Uruguay regrese a los primeros planos del fútbol mundial.

Muchas lágrimas y decepciones pasaron en estas cuatro décadas, con más oscuros que claros, y un prestigio que pareció perderse, ahora recuperado por una generación de jugadores ganadores.

Hace 40 años que Uruguay no lograba llegar a las semifinales tras las primeras tres décadas de mundiales donde la "celeste" alcanzó dos títulos (1930 y 1950), y cuartos de final en 1954 y 1966, permitiendo siempre estar en las discusiones grandes.

Luego del mundial de México 1970, nada fue de festejo para los uruguayos: una participación para el olvido en 1974 y ausencias en 1978 y 1982, eliminado por Argentina en 1986 y con una pobre participación en Italia 1990, en octavos de final.

Allí, tras vencer a Corea del Sur en la ronda clasificatoria perdió con el país organizador y entró en un cono de sombras del cual tardó 20 años en salir.

Ahora parece haber llegado la revancha, con una de las delanteras más exitosas del mundial con Diego Forlán y Luis Suárez, Uruguay se mantiene invicto en este torneo con hambre de ganar mucho más.

En la semifinal lo esperará Holanda que este viernes derrotó a Brasil y con oportunidades de llegar a una final después de 60 años, un sueño que ceraría un ciclo virtuoso.

La celeste alcanzó un lugar entre los 32 finalistas de la Copa del Mundo tras vencer en el repechaje a Costa Rica y ahora es uno de los protagonistas excluyentes de la gran final.

Hay en la otra orilla un pueblo feliz, donde los tamboriles suenan por las calles de la Montevideo antigua, y en la tradicional 18 de Julio se desató un carnaval fuera de temporada.

"Ta la celeste, botija, ta donde debe estar".