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3 de diciembre de 2024
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El recambio y el paso a paso siguen dando respuesta
Maradona cumple a rajatabla su aviso: "Va a jugar el que mejor esté". La actuación de los tres cambios ante México lo confirman y potencian aún más la riqueza del plantel argentino. ¿Qué hacer contra Alemania?
27 de junio de 2010
Por Diego Provenzano, enviado especial de Asteriscos.Tv a Sudáfrica

"Va a jugar el que mejor esté", avisó Diego y repitió como si fuera una muletilla ante cada oportunidad que el periodismo y sus preguntas le daba el pie desde que llegó a Pretoria con la Selección argentina.

Hoy, después de haber vencido con total justicia a México, Maradona puede quedarse tranquilo de que el plantel que tiene le permite darse lujos como dejar afuera de la cancha en un partido de octavos de final a Juan Sebastián Verón, su "cerebro" dentro de la cancha.

Cambio de estilo con Otamendi por Jonás Gutiérrez y Maxi por Verón. Cambio por precaución de Burdisso por Samuel. Maradona también había avisado que los equipos los armaría en función del rival.

Sabía que México lo iba a atacar mucho por la izquierda y reforzó el sector defensivo derecho con el tándem Maxi y Otamendi, una de las figuras del encuentro jugado en el Soccer City.

Esos lujos que por ahora se dio "Pelusa" salieron a la perfección y potencian aún más un plantel rico y con brillo propio. Cualquier suplente puede ser titular. Le tocó a Palermo y la metió contra Grecia, también tuvo su chance Pastore y fue pieza fundamental también ante los griegos.

"¿Y ahora quién lo saca a Otamendi?", se preguntan los periodistas en la sala de prensa. Es que el juego con Alemania obliga a otros recaudos y a potenciar las virtudes argentinas quizás más que contra México.

El tridente ofensivo es inamovible. Messi, Tevez e Higuaín tienen todo y lograron un ensamble dentro de la cancha que cualquiera de los tres puede ocupar la posición que quiera.

Entonces... ¿qué hacer con Alemania? Porque el recuerdo fresco del triunfazo en Munich con un esquema ultra conservador para este presente genera esa ambivalencia con la buena producción táctica que sacó a la Argentina de los fracasos mundialistas para ponerla en los candidatos al título.

La idea no debe variar. Argentina hoy tiene algo de lo que tanto se le criticaba. Tiene una identidad, los jugadores -principalmente- y los hinchas se identifican con esta idea de presión constante, control de la pelota y viveza criolla para definir.

Maradona demostró que su mano de Dios todavía sigue intacta para poner las piezas en su lugar, ojalá mantenga la racha y pueda cumplir su sueño y el de millones de argentinos.

Diego, ni lerdo ni perezoso, ya avisó: "Con Alemania voy a poner el equipo que me dé más garantías".