El eterno goleador de Boca, en su día de gloria tras convertir frente a Grecia, aseguró que quiere ganar el título con Argentina en Sudáfrica 2010. La película se sigue filmando
Por Emiliano Rodríguez, enviado especial de Asteriscos.TV a SudáfricaQué vida la de Martín Palermo, de película. Digna de Hollywood y de recibir una nominación para los premios Oscar.
Este martes, el eterno “Gladiador” de Boca agregó un nuevo capítulo al cuento de hadas que le permitió disfrutar de su primer Mundial a los 36 años, de la mano del técnico de la Selección, Diego Maradona.
Con la fortaleza espiritual y la confianza que lo caracterizó a lo largo de su exitosa campaña deportiva, Palermo ingresó a los 34 minutos del segundo tiempo en el partido que Argentina le ganó a Grecia en Polokwane y 10 más tarde aseguró el triunfo de la Selección. De esta manera, el “Titán” se consolidó aún más en el sitio de privilegio que la historia del fútbol ha reservado para él.
“Es el gol más importante de mi carrera, es la camiseta de la selección que uno representa, a esta altura de mi carrera, no poder estar en ningún Mundial, y es la mayor satisfacción que he logrado”, remarcó el delantero, a quien el destino le guiñó nuevamente un ojo, como en tantas otras ocasiones.
Justo después de su conquista ante los griegos en el estadio Peter Mokaba, donde Argentina selló su clasificación con puntaje ideal para los octavos de final del Mundial 2010, Palermo asistió a una conferencia de prensa en la que estaba prevista de antemano su presencia. Debido a la numeración que llevan en la camiseta, este miércoles tenían que atender al periodismo él y Jonás Gutiérrez.
De esta manera, Palermo pudo revivir su felicidad del día anterior, aunque aclaró que se aguantó “las lágrimas” en el festejo de su conquista porque “está todo guardado para el momento más importante” y en este sentido dejó en claro que su objetivo en la Selección es colaborar para que Argentina gane un título que se le viene negando desde hace 24 años.
“Cambio todo, cualquier situación vivida en mi carrera, por ganar el 11 de julio y levantar la Copa”, enfatizó Palermo, que también se mostró “orgulloso de estar en un grupo de figuras” que luchan por alcanzar una meta en común: gritan “campeón” en Sudáfrica 2010.