22 hinchas albicelestes 'secuestraron' un micro para cruzar Sudáfrica y dejar su sello en cada sitio. "Esto no lo vamos a olvidar nunca", le dijeron a Asteriscos.Tv
Por Diego Provenzano, enviado especial de Asteriscos.Tv a SudáfricaUn Mundial en Africa tiene condimentos que seguramente nunca se hayan encontrado en la anteriores 18 Copas del Mundo que se jugaron en la historia. Por algo es la primera vez que llega a estas tierras.
Y los hinchas argentinos, envalentonados por el buen andar de la Selección de Diego Maradona, aprovechan cada experiencia y no se privan de nada.
Por eso, 22 personas -todas amigas en común- se subieron a este micro y empezaron a recorrer el país hace 15 días y, aunque su pasaje los condene al exilio en Argentina, se esperanzan con poder contar algún día que vieron el comienzo de una historia con final feliz.
Desde Campana, Tres Arroyos y Tandil, entre otras ciudades de la Provincia de Buenos Aires, estos chicos, padres y hasta abuelos "secuestraron" al ómnibus y recorrieron lugares que jamás olvidarán.
"Hicimos safarí, toda la ruta de la costa sudafricana y sitios que no nos vamos a olvidar nunca. Esto es lo lindo de un Mundial y lo bueno es que lo compartimos juntos", dijo Ricardo, uno de los más "veteranos" del grupo.
Y esa recorrida tuvo su capítulo final en Pretoria, en la puerta de la concentración donde la Selección volvía a las prácticas después de la victoria contra Grecia en Polokwane.
Sin poder lograr entrar para sacarse una foto -pese a la gestión con varios periodistas-, ni tampoco preocupados por el grave problema que otros argentinos tienen para conseguir entradas para el partido del domingo ante México, los "micreros" sacudieron la modorra del búnker albiceleste, que desde hacía varios días estaba "abandonado".
Pero como todo lo bueno termina, estos 22 actores del reparto de la Selección deberán ver el final de la historia desde el otro lado del océano Atlántico. "Mañana nos volvemos para casa, pero teníamos que venir a dejarle nuestro aliento a los jugadores", finalizó Ricardo, antes de volver a subirse al micro y seguir viaje.