Por Roberto Aguirre Blanco

Lo intentó contra Nigeria y tuvo cuatro chances claras que el arquero y pelotas desviadas lo impdieron.

Volvió a probar con Corea del Sur y tuco chances, dio asistencias clave, pegó tiros en los postes y el arquero le sacó dos imposibles.

Contra Grecia sucedió igual y nuevamente un poste digo "no".

El momento particular de Lionel Messi, quien no puede marcar en el seleccionado, hizo reaccionar a Diego Maradona, que en conferencia de prensa dijo: "Tengo ganas de tirarme a una pileta de bronca".

Pero a no preocuparse. El astro está cerca, no es como otro caso de jugadores con la polvora mojada. Messi sólo necesita que entre una para que llegue la lluvia de goles.

Como antecedente, el "matador" Mario Kempes, goleador y figura clave en 1978, no marcó en primera ronda y estalló en la segunda con dos goles y luego con dos más ante Perú y dos más claves en la final ante Holanda para totalizar seis.

A Diego Maradona le pasó algo igual en 1986: si bien marcó en el segundo partido ante Italia, recién estalló en los cuartos de final con los dos tantos ante Inglaterra y los dos claves en la semifinales ante Bélgica.

Messi convirtió hasta el momento un solo gol en Mundiales en la goleada a Serbia y Montenegro en Alemania 2006.

Ya llegará su gol y tal vez será el momento de mayor gloria de la Argentina.