El presidente de uruguay, José Mujica, se mostró dispuesto a aceptar una vigilancia sobre el impacto de la planta de celulosa en las aguas del río Uruguay, pero advirtió que exigirá condiciones de respeto a la empresa y a los protocolos internacionales que rigen esas inspecciones.

De acuerdo a la información difundida por el diario La Nación, el comunicado del mandatario oriental fue subido de improvisto anoche en la página de la presidencia uruguaya.

Se trata de un gesto del jefe de Estado uruguayo de acompañar el reclamo de los asambleístas argentinos, que hoy analizarán si levantan temporalmente el corte del puente internacional que une a ambas naciones en conflicto.

En el documento se afirma que "el autocontrol puede ser un concepto muy valioso en la discusión ética, pero tiene patas cortas en la vida material". Por eso, "el sistema de control que vale es el que hace espacio a la oposición de intereses", reprodujo el matutino.

Y aclara que en el comunicado en ningún momento se hace clara alusión al puente cortado o a Botnia. De todas formas, colaboradores del presidente uruguayo habrían asegurado al matutino que el escrito apunta al conflicto y que su objetivo "es dejar en claro que Mujica acepta el monitoreo conjunto dentro de la planta", algo rechazado por su antecesor, Tabaré Vázquez, por considerar que violaba la soberanía.