El jefe de la CGT quiere calmar la preocupación empresaria. Dijo que la suba de alimentación no será el parámetro de aumentos y que no será sencillo abrir paritarias
Hugo Moyano ofreció ayer una primera señal destinada a llevar calma a los sectores empresarios que exigen límites para contener una desenfrenada carrera entre precios y salarios.
El jefe de la CGT y líder del poderoso sindicato de Camioneros aseguró que la suba de 35% acordada por los trabajadores de la alimentación no será el parámetro del incremento que pedirá su gremio y otras organizaciones de la central obrera, con lo que rechazó el temor de que esa pauta vaya a generalizarse o derive en un reclamo masivo por la reapertura de paritarias en aquellas actividades que cerraron acuerdos salariales en los primeros meses del año.
“En Camioneros no corresponde, sería desproporcionado reclamar el 35%, no hablamos de un salario de esa naturaleza”, afirmó Moyano al diario El Cronista y garantizó que ese porcentaje “tampoco será la media para otras organizaciones” sindicales. Si bien evitó dar precisiones sobre el reclamo que negociará desde este mes su propio gremio, en el sector del transporte de cargas calculan que la pauta rondará el 25%.
El líder cegetista aseguró que la posibilidad de un deborde salarial “está completamente alejada” de la realidad y explicó que el aumento en alimentación y en otros sectores que acordaron sobre parámetros similares responden a “actividades que venían muy atrasadas”. Incluso hasta reprochó que, en ciertos casos, esa situación se debió a que “algunos dirigentes que no se preocuparon tanto en otro momento, ahora quieren recuperar terreno”, en clara referencia a la dirigencia crítica a su conducción en la central obrera.
El mensaje de Moyano constituyó una respuesta directa a la preocupación que expresó el lunes el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, quien reclamó la urgente intervención del Gobierno para frenar una escalada de demandas salariales que, en su opinión, provocará daños profundos para el futuro de la economía.
La reacción de la cúpula industrial fue potenciada, además, por la decisión del gremio de Luz y Fuerza de solicitar la reapertura del acuerdo salarial sellado en abril con el argumento de que la suba de 22% fijada quedó desactualizada frente a los últimos aumentos de precios, una postura que podrían adoptar otros gremios que cerraron sus paritarias en los primeros meses del año con incrementos menores al 25%.
Al respecto, durante un reportaje con un grupo de periodistas organizado por la Fundación Konrad Adenauer, Moyano intentó minimizar el temor empresario y si bien reconoció que los sindicatos tienen libertad para revisar los acuerdos salariales ya pactados, opinó que “no es tan sencillo” repetir el parámetro del 35% logrado por el sector de la alimentación. “Puede haber reaperturas de paritarias, pero eso no quiere decir que van a tener la solución de llegar al porcentaje que llegó la otra organización”, enfatizó y recordó a sus pares “la responsabilidad de saber hasta donde pueden llegar”..
A continuación, recordó a la dirigencia empresaria que los gremios “siempre peleamos por salarios, no es nada nuevo” y le recomendó particularmente a la conducción de la UIA que se “preocupe para que sus pares no remarquen de más los precios y no tanto por los sueldos que discuten los trabajadores”. En ese sentido, el jefe de la central obrera insistió en señalar que la suba de la inflación no es consecuencia del aumento de los salarios, por lo que rechazó que tras el cierre de las paritarias las empresas puedan trasladar esas subas a los precios.
El intento de Moyano de llevar tranquilidad a los sectores empresarios tiene lugar en medio de la ronda de encuentros que la CGT mantiene con la UIA con el objetivo de acordar medidas destinadas a contener expectativas inflacionarias. Al respecto, el camionero reiteró ayer que “de ninguna manera” aceptará que desde ese espacio se intente poner freno a los aumentos salariales.