El ministro admitió que usa el taxi aéreo de un piloto procesado en una causa contra Jaime. Su argumento fue que no había aeronaves de la flota presidencial
El ministro de Planificación, Julio De Vido, admitió a través de su vocero haber usado este año taxis aéreos para sendos viajes oficiales a Venezuela y Bolivia y otros dos vuelos al Sur. El argumento del vocero fue que no había aeronaves disponibles de la flota presidencial.
“Se solicitó previamente un avión a la Casa Militar de la Presidencia de la Nación, que informó que no había ninguno disponible. En consecuencia, se procedió a alquilar un avión mediante concurso de precios”, explicó Horacio Mizrahi, vocero del ministro, a la agencia Télam.
Mizrahi cuestionó a los periodistas Francisco Olivera y Diego Cabot, del diario La Nación, autores de un libro sobre De Vido y de un artículo publicado ayer por el diario La Nación donde se informó sobre el alquiler de los taxis aéreos por parte del Ministerio de Planificación.
Ante una consulta de Clarín el vocero dijo que no tenía a mano la información sobre las otras empresas que participaron del concurso de precios. “Se deben haber presentado otras”, estimó sin mayores precisiones. Un avión similar se usó el año pasado para un viaje que De Vido hizo a Brasil junto con el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime.
“El concurso de precios se hizo para los cuatro vuelos. Se hizo porque no había aviones disponibles de la flota presidencial. El Tango 02 estaba roto y el Tango 03 no recuerdo dónde. Después el ministro volvió a usar los aviones oficiales en otros viajes que se hicieron por el interior del país”, añadió Mizrahi a Clarín .
Ante Télam, el vocero había afirmado que “no existe ningún misterioso avión privado al servicio de De Vido sino una empresa habilitada para tales efectos que fue contratada mediante un concurso de precios por ofrecer la propuesta más conveniente, con pilotos propios y habilitados para volar”.
De acuerdo con Mizrahi, “los viajes fueron contratados de acuerdo a la normativa vigente y por la falta de disponibilidad de aviones oficiales”. Y agregó: “Los viajes citados en el artículo periodístico fueron por motivos oficiales, para realizar gestiones ante gobiernos extranjeros o para participar de actividades con autoridades provinciales”.
Los viajes de De Vido fueron realizados entre febrero y marzo de este año. El vuelo a Caracas —en medio de la crisis energética que provocó apagones en la capital venezolana— costó 478.016 pesos y el vuelo a Bolivia —para firmar acuerdos por el gasoducto del Nordeste—, otros 186 mil. De Vido viajó a Caracas el 7 de febrero mientras que a Tarija (Bolivia) lo hizo el 23 de ese mes.
En ambos casos, la aeronave usada fue un modelo Challenger 601, de la empresa de taxis aéreos Emprendimientos y Servicios Aeronáuticos, del piloto Gustavo Carmona, procesado en la misma causa que el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime por el delito de dádivas.
Clarín reveló el año pasado que Presidencia de la Nación alquiló durante 2009 diversos taxis aéreos para viajes entre Buenos Aires y Santa Cruz, provincia de la que es oriundo el ex presidente Néstor Kirchner y adonde suele ir a descansar, a El Calafate, junto a su esposa, la presidenta Cristina Fernández. Aquellas veces se contrató a la empresa International General Services y se subcontrató a Aires Argentinos, a la que solía asesorar Carmona. Además de sus viajes a Caracas y Tarija para entrevistarse con los presidentes Hugo Chávez y Evo Morales, el ministro de Planificación también viajó este año a bordo del Challenger 601 a Ushuaia y Río Turbio. En Tierra del Fuego firmó un acuerdo petrolero con la gobernadora Fabiana Ríos y en Santa Cruz visitó la mina del yacimiento carbonífero donde funcionará una cuestionada megausina.