El Estado pone $ 20 millones para los despidos en Massuh
Es para indemnizar a los 470 trabajadores de la ex-papelera, de quienes se hizo cargo hace un año a través de un fideicomiso del Banco Nación
1 de junio de 2010
El Estado va a desembolsar 20 millones de pesos para indemnizar a los 470 trabajadores de la ex-papelera Massuh, de quienes se hizo cargo hace un año a través de un fideicomiso del Banco Nación.
Se trata del pago de 12 sueldos, que debería comenzar desde hoy, con remuneraciones que arrancan en $2.500 (brutos) para los operarios principiantes y llegan a unos $5.500 en el caso de los administrativos con mayor rango.
Así lo establece el acuerdo firmado hace dos viernes, en el Ministerio de Trabajo, entre Nación Fideicomisos, la Federación de Trabajadores del Papel y el Cartón y la Asociación de Personal Jerárquico y Superior de la Industria del Papel. Según el acuerdo, cada trabajador accederá a la indemnización a cambio de rescindir su vínculo laboral con Nación Fideicomisos. Pero hasta el momento el Ministerio no envió su gente a la fábrica ubicada en Quilmes.
Los dos gremios que tallan dentro de la ex-Massuh, rebautizada Papelera Quilmes, tienen posiciones distintas de cara al conflicto de la planta, que fue cerrada hace un mes por orden del Secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
Desde la Asociación de Personal Jerárquico, encabezada por Miguel Kolomietz y que nuclea a unos 180 de los empleados de la fábrica, convocaron para mañana a protestar frente a la oficina de Nación Fideicomisos, en Marcelo T. de Alvear al 1400, en reclamo de la efectivización del pago de las indemnizaciones.
En cambio, la Federación del Papel, que conduce Blas Alari, está políticamente alineada con Moreno . La Federación es el gremio más numeroso en la fábrica, con casi 300 operarios jornalizados. Alari apoyó a Moreno en la idea de integrar a todos los trabajadores de la compañía dentro de una cooperativa, con el propósito de salir a buscar un inversor privado que se haga cargo de la fábrica.
La situación empresaria de Papelera Quilmes es compleja: la fábrica ahora forma parte de los activos que deberían ser realizados (vendidos) para pagar a los acreedores de Massuh, que quebró en marzo. A la vez, cualquier comprador necesitaría inyectar varios millones de pesos para producir papel a una escala suficiente que alcance para cubrir sus costos.
De hecho, el experimento que en los últimos 12 meses llevaron adelante Moreno y el municipio de Quilmes (su intendente, Francisco Gutiérrez, es el ideólogo de la estatización) no llegó nunca al equilibrio operativo.
Ahora, Gutiérrez, junto al gremio del personal jerárquico, quieren transformar la papelera en productora de libros educativos a bajo costo, con el Estado como principal cliente.