Una multitud marcha hacia el Parlamento, por quinta vez, para repudiar los recortes que implementó el gobierno para recibir ayuda de la UE y el FMI
Una nueva protesta de ciudadanos contra los ajustes que decreta el gobierno de Grecia a cambio de un paquete de ayuda de la Unión Europea y el FMI paraliza este jueves al país europeo.
La nueva huelga general, la quinta en lo que va del año, colapsó el centro de Atenas por una multitudinaria marcha de manifestantes hacia el Parlamento.
Unos 1.700 policías estaban desplegados en el centro de la capital. No quieren que se repita la trágica jornada de principios de mayo, cuando durante una violenta manifestación murieron tres personas que quedaron atrapadas en una sucursal bancaria incendiada por manifestantes.
El paro se hace sentir con fuerza en los servicios públicos y en el transporte. Están afectados los barcos anclados en los puertos, los transbordadores que conectan con las islas griegas en el mar Egeo, los autobuses y al servicio de subte de Atenas. También se registran interrupciones en el tráfico ferroviario, mientras que se cancelaron más de 35 vuelos domésticos de la compañía Olympic Air.
También permanecen cerradas todas las oficinas públicas, como los ministerios y las agencias tributarias, así como escuelas y universidades. En los hospitales públicos, los médicos sólo atienden casos urgentes.
Los recortes de los gastos públicos y las subidas de los impuestos implementados por el gobierno socialista griego para atajar la desataron protestas y disturbios que alcanzaron un trágico momento el 5 de mayo, cuando tres personas murieron en el incendio intencionado de un banco en Atenas.
Los grandes sindicatos griegos han anunciado más huelgas para junio, en protesta por un proyecto de reforma de las jubilaciones que, a su juicio, golpeará aún más a los sectores pobres de la población.