Richard Gere, Don Cheadle y Ethan Hawke encarnan a tres oficiales en este depresivo y sórdido filme sobre pandillas y corrupción en los barrios negros de Nueva York
Antoine Fuqua no es, desde ya, un director demasiado conocido para aquellos que no sean especialistas en el cine actual de Hollywood. Sin embargo, “Día de entrenamiento”, su filme de 2001, logró despertar pasiones entre varios aficionados a los policiales.
En aquella película, Denzel Washington era un policía veterano, bastante violento, bastante corrupto y bastante eficaz, que durante todo un día le mostraba los secretos del oficio a un oficial novato, interpretado por Ethan Hawke.
Luego de ese filme, Fuqua hizo dos largometrajes que pasaron más bien inadvertidos: “Lágrimas del sol”, una bélica con Bruce Willis y Monica Bellucci, y “Rey Arturo”, una épica con Clive Owen y Keira Knightley. Ninguna tuvo mayor repercusión, por lo que Fuqua parece haber decidido regresar al ámbito que mayores réditos le ha dado: el mundo en que se intersectan las pandillas y la policía.
De este modo, ahora llega a las pantallas “Los mejores de Brooklyn”, un intento por retratar el conflictivo cruce de narcotráfico y ley que domina las calles de los barrios negros más convulsionados de la periferia neoyorquina.
La película está enfocada sobre tres historias paralelas, en cada una de las cuales hay un policía de vida arrasada y triste. Y, hay que decirlo, ninguna de estas historias es demasiado original.
Una es la del policía a punto de retirarse que sólo quiere que los pocos días que lo separan de la jubilación transcurran en paz. La segunda es la del policía que se corrompe, presionado por la urgencia de darle a su (numerosa) familia una mejor calidad de vida. La última es la historia del policía que trabaja encubierto, infiltrado dentro de las pandillas de narcotraficantes y que encuentra allí el conflicto de las lealtades cruzadas.
Los tres protagonistas tienen bastante en común. Los tres sufren, los tres están disconformes con su trabajo, los tres están a punto de caer en la peor de las depresiones o en la más apremiante desesperación. Los tres, en cierto modo, son decadentes.
Por su parte, los tres argumentos, que se narran en forma alternada, tienen, sí, protagonistas de lujo. El veterano que espera el retiro es Richard Gere. El oficial corrompido por la necesidad es Ethan Hawke. Y el policía infiltrado es Don Cheadle. Y, por detrás, en roles secundarios, también aparecen Wesley Snipe y Ellen Barkin.
Sin embargo, ni el talento interpretativo de Cheadle, ni el depresivo personaje de Gere, ni la habitual potencia de Hawke logran salvar a “Los mejores de Brooklyn” de ser una película del montón. Por momentos intensa, por momentos aburrida, por momentos demasiado complaciente con el retrato sórdido y triste que hace de policías y delincuentes, este filme de Fuqua pareciera tener, otra vez, la indiferencia y el olvido como destino.