En el Velódromo Municipal de Montevideo, ante unas 15 mil personas, el músico argentino también defendió a Botnia y propuso que la papelera haga "papel para porros"
Andrés Calamaro disparó contra los asambleístas de Gualeguaychú. En un recital que brindó en el Velódromo Municipal de Montevideo, ante unas 15 mil personas, el rockero argentino se pronunció a favor de que la fábrica de pasta de celulosa de UPM (ex Botnia), eje del diferendo que desde hace más de cinco años protagonizan los gobiernos de Argentina y Uruguay, produzca "papel para armar porros" y criticó a los asambleístas de Gualeguaychú, a quienes calificó de "fachos".
Calamaro apuntó a los asambleístas entrerrianos cuando habló del puente General San Martín que hace más de tres años y medio tienen cortado. "Los piqueteros de Gualeguaychú son unos fachos que me caen cero bien. Habría que dinamitar ese puente, porque sin puente los argentinos y uruguayos igual somos hermanos", dijo, desatando enseguida una gran ovación, según reproduce el diario Clarín.
Avanzado el recital que dio el sábado a la noche, el músico volvió a insistir con el tema y, a manera de resumen, expresó: "¡Papel para armar y al puente pum!". Y también se quejó en reiteradas oportunidades cuando le tiraron al escenario camisetas de Peñarol para que la luciese. "Tengo por cábala que no haya nada amarillo aquí arriba, y las cábalas se respetan", explicó aludiendo a la aprensión de los artistas hacia ese color.
Cerca del final, Calamaro volvió a referirse a la marihuana. "Me estoy sintiendo tan a gusto que me fumaría un porrito", dijo. "No me digan que entre tantas personas no hay algún habilitado", añadió entre risas. En un show de finales de los 90, Calamaro hizo un comentario a favor del consumo de marihuana que enseguida fue reproducido por una enorme cantidad de medios. Y el episodio derivó en su enjuiciamiento, una década más tarde, por la Justicia de La Plata, que finalmente resolvió absolverlo del cargo de apología del delito con el que se lo había acusado.
Si bien algún medio uruguayo dijo que el discurso de Calamaro podría haber sido parte de una fórmula habitual que artistas extranjeros emplean para meterse en el bolsillo al público, más allá del real sentir del artista en cuanto a estos temas, debe decirse que desde que se inició como profesional, en el grupo Raíces, que lideraba el músico uruguayo Beto Satragni, Calamaro siempre expresó un gran afecto a la tierra oriental. A punto tal que, cuando lo llamaron a participar en un disco colectivo en apoyo a una comunidad indígena local, el hombre no dudó y eligió interpretar el famosísimo Adagio en mi país, de su admirado Alfredo Zitarrosa.