Un joven, de 27 años, fue encontrado muerto de un tiro en el pecho en uno de los pasillos de ese asentamiento situado en Bonorino y Castañares, a metros de la villa 1-11-14, del Bajo Flores.

El padre del joven reconoció que su hijo "consumía drogas" y dijo que en febrero pasado, con el apoyo de toda su familia, había iniciado un tratamiento en el Hospital Italiano, aunque no le "consta" que su hijo haya sido baleado luego de haber ido hasta ese lugar para comprar estupefacientes, como señala una de las hipótesis de la Policía.

También dijo que el joven apareció tirado, sin su bicicleta y con la billetera conteniendo sólo el DNI, es decir sin dinero, por lo cual no descartó que lo hayan asaltado.

"La billetera estaba vacía. Para nada descarto que le hayan intentado robar. De hecho la bicicleta no apareció", remarcó Ezcurra.

Su padre sostuvo: "Nos preguntamos muchas cosas, no tenemos ninguna hipótesis". Luego de confirmar que su hijo consumía drogas, y que había comenzado un tratamiento para superar su adicción en el mes de febrero, una de las pistas apunta a que el joven se encontraba en ese lugar para adquirir estupefacientes.

Rodrigo Escurra, de 27 años, vivía en Almagro y sus familiares comentaron que la noche del sábado salió en bicicleta rumbo a la casa de unos amigos.

La madrugada del domingo, una comisión de la seccional 38 acudió al barrio Rivadavia al raíz de un alerta sobre un homicidio y, al llegar, la policía encontró a Ezcurra muerto de un tiro en el pecho, con orificio de entrada y salida.

En poder del muchacho se hallaron sus documentos que permitieron identificarlo y dar aviso a sus familiares, aunque no se encontró dinero ni la bicicleta en la que según sus familiares había salido de su casa.

También se halló en la escena del crimen una vaina calibre 9 milímetros, arma que se habría empleado para matarlo.