La ONG ambientalista publicó una solicitada en el Washington Post en donde critica a la presidenta por la construcción de la central térmica de Río Turbio, en Santa Cruz. Qué dicen
Flor de sorpresita se debe haber llevado la presidenta de la Argentina, Cristina Kirchner, al abrir el Washington Post, el diario de mayor tirada de la capital estadounidense, al ver que Greenpeace le dedicó una solicitada para criticarla por la construcción de la central térmica de Río Turbio, en Santa Cruz.
El aviso, titulado "Don´t cry for me Patagonia" e ilustrado con la Presidena caracterizada como Evita, se opone a la decisión del Gobierno nacional de avanzar con la construcción de una planta de energía en base a carbón en la localidad de Río Turbio, Santa Cruz.
La publicación coincide con la visita oficial que realiza la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en estos momentos a los Estados Unidos.
El texto publicado en la edición de este lunes del Washington Post sostiene que "una mujer con visión de largo plazo no pondría en riesgo los glaciares y las reservas de agua de la Argentina", informó el diario Clarín.
Greenpeace le señala a la Presidenta, además, que "invirtiendo en empleos verdes y promoviendo la energía eólica en la Patagonia, su administración tiene la oportunidad de generar un suministro eléctrico limpio, eficiente, moderno y descentralizado".
"Comenzar a utilizar carbón como fuente de energía a gran escala es una total irracionalidad ambiental y económica que debemos evitar. Argentina tiene muchas y mejores opciones para desarrollar en materia energética", sostuvo Juan Carlos Villalonga, director de Campañas de Greenpeace.
La organización ambientalista había denunciado que el Gobierno nacional realizó pagos por 142 millones de dólares a la empresa española Isolux Corsán -constructora de la central de Río Turbio- un año antes de la presentación del estudio de impacto ambiental de la obra.
"Seguimos esperando las explicaciones del Gobierno Nacional y de Isolux. También nos gustaría ver a los funcionarios provinciales, que estos días se han enojado mucho con Greenpeace, poner la misma energía en exigir a Isolux una explicación sobre los pagarés y el estudio de impacto ambiental", concluyó Villalonga.