En una declaración que revuelve el estómago, la máxima autoridad religiosa de Tenerife dijo que buscan el abuso: ¿Por qué el abusador de menores es enfermo?", dijo
En una declaración aberrante, inconcebible y que, se supone, obligará al Papa a echarlo de inmediato de la Iglesia, el obispo de la ciudad española de Tenerife dijo que "hay menores que desean el abuso e incluso lo provocan".
"Puede haber menores que sí lo consientan -refiriéndose a los abusos- y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso si te descuidas te provocan", dijo este obispo, en una declaración que irrita el sentido común.
El máximo responsable de la Iglesia en Tenerife, el obispo Bernardo Alvarez, hizo ese curioso y revulsivo análisis sobre la pedofilia que mueve los cimientos del Vaticano y desnuda como nunca las miserias del catolicismo, que tiene aún muchas preguntas que responder a lo largo de su historia.
El obispo Alvarez se puso a analizar el grave problema de los abusos a menores en una entrevista en el diario local 'La Opinión'.
El obispo comparó la homosexualidad con los abusos y, aunque asegura que la diferencia entre la homosexualidad y los abusos está clara, plantea una pregunta: "¿Por qué el abusador de menores es enfermo?".
En cuanto su opinión sobre los homosexuales, Alvarez, pese a que asegura respetar esta condición sexual, volvió a mostrar su lado más crítico y afirmó que "el fenómeno de la homosexualidad es algo que perjudica a las personas y a la sociedad".
Para el obispo, hoy en día "no es políticamente correcto decir que es una enfermedad, una carencia, una deformación de la naturaleza propia del ser humano. Eso que decía cualquier diccionario de Psiquiatría diez años atrás, hoy no se puede decir".
Además, considera que debido a la homosexualidad "a la larga pagaremos las consecuencias como las han pagado otras civilizaciones".
Alvarez aconseja que para que no se lleguen a estos extremos "hay que promover la educación e inculcar los valores de la feminidad y la masculinidad".
A la pregunta de si hay que orientar la homosexualidad, el obispo se mostró aún más crítico y señaló que "no se puede dejar a las personas libradas a lo que salga (sic),
¿Por qué no hacemos lo mismo con la violencia o con otros impulsos que tiene el ser humano?", se preguntnó.
Además, asimiló (la homosexualidad) a las agresiones sexuales, que "la persona practica, como puede practicar el abuso de menores".
Tras el escándalo que provocó Alvarez, el Obispado de Tenerife debió salir a explicar que Alvarez no trató con sus declaraciones de justificar "en ningún caso, un hecho tan condenable como es el abuso a menores".
En cuanto al resto de las declaraciones, el obispado remite únicamente a la entrevista.
Las declaraciones abrieron una fuerte polémica, sobre todo después de que algunas Diócesis de la Iglesia Católica, especialmente en EEUU -Boston, San Diego, Los Ángeles- e Irlanda -Dublín-, se vieron implicadas en graves escándalos de pederastia por los que la Iglesia ha llegado a realizar pagos millonarios a las víctimas.