Los responsabilizó por el fracaso en la emisión del documento sobre la pobreza. El titular de la Pastoral Social dijo que la UIA, la banca, la CGT y la CTA se negaron
Era un secreto a voces, pero finalmente la Iglesia oficializó las trabas que sufrió su documento sobre la pobreza, que por ahora quedó en la nada.
El titular de la Pastoral Social, Jorge Casaretto, admitió que debieron postergar la presentación del documento sobre pobreza elaborado por entidades de la sociedad civil bajo el amparo de la Iglesia como consecuencia del rechazo de varias entidades a suscribir un documento que podría irritar a la Casa Rosada.
Casaretto dijo que "no hubo intención de confrontar con el Gobierno" y reveló que desde el oficialismo –que conoció de antemano el texto- cuestionaron un párrafo con críticas al "modelo" económico por no realizar "una distribución equitativa de la riqueza".
La deserción de la UIA, las dudas de los banqueros y el rechazo de la CGT y la CTA, obligaron a posponer sin fecha el pronunciamiento denominado "La pobreza, un problema de todos".
"Debimos haber sido más perspicaces", dijo Casaretto, aunque insistió en que el tema de la pobreza es "trascendental", y manifestó confianza en la continuidad del trabajo sobre esta problemática.
El referente eclesiástico anticipó que el Foro de Habitantes a Ciudadanos, en cuyo marco se elaboró el texto, decidirá el próximo lunes cuándo se difundirá el trabajo.
La redacción del documento estuvo a cargo de Juan José Llach, Agustín Salvia, Daniel Arroyo y Ernesto Kritz, entre otros especialistas.
También hicieron su aporte la Asociación Empresaria Argentina (AEA), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), la Federación Agraria, la Sociedad Rural, Confederaciones Rurales Argentinas y Coninagro, entre otras.
En el documento, las entidades exhortaron a declarar la "emergencia nacional" para afrontar la erradicación de la pobreza, al advertir que las situaciones de inequidad "continúan" como consecuencia de "un modelo económico que no realiza una distribución equitativa de la riqueza".
Ante ciertos trascendidos del texto, el Foro debió aclarar que el sentido del documento sobre la pobreza no es "ni oficialista ni opositor". En otro punto, los redactores consideraron importante que pueda controlarse la inflación, que "tanto daño hace en particular a los sectores más pobres, sin caer en las políticas de ajustes que han demostrado un gran fracaso y la fractura social".
El documento contiene, a la vez, un plan de políticas públicas a desarrollar en el período 2010-2016, entre las que se cuentan: una reforma impositiva, un "Plan Marshall" para rescatar a los niños y adolescentes de la droga, la universalización de asignaciones familiares, la reforma en el sistema educativo y la masificación de microcréditos.