Un sacerdote de Noruega abusó de un niño en los 90. "Se sometió a un período de terapia y ya no desempeña más actividades pastorales", dijo la Santa Sede
Tarde pero seguro.
El Vaticano confirmó que el obispo de Trondheim (Noruega), Georg Müller, dimitió el pasado 8 de junio por haber abusado de un menor a principios de los 90, según declaró el director de la sala de prensa de la Santa Sede, Federico Lombardi.
Lombardi confirmó así las informaciones aparecidas en la prensa noruega, que aseguraban que Mueller había presentado su dimisión después de que se descubriera que había abusado de un menor hace 20 años. "El asunto tiene que ver con un caso de abuso sexual a un menor cometido a principios de los 90 y sobre el que las autoridades eclesiásticas tuvieron conocimiento en enero de 2009", explicó el portavoz vaticano según informó el portal INFOBAE.COM.
Por aquel entonces, Mueller, era sólo sacerdote y no sería nombrado obispo de Trondheim hasta 1997, cargo que ocupó hasta 2009, que es cuando el Vaticano tuvo conocimiento de lo sucedido, casi veinte años después. "La cuestión fue afrontada y examinada con rapidez a través de la Nunciatura de Estocolmo por mandato de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En mayo de 2009 el obispo presentó su dimisión que fue tempestivamente aceptada por el Santo Padre", subrayó Lombardi.
Georg Mueller dejó la diócesis el 8 de junio de 2009. Seguidamente, "se sometió a un periodo de terapia y ya no desempeña más actividades pastorales", detalló el portavoz vaticano. "Desde el punto de vista de las leyes civiles, el caso ha prescrito" y "hasta ahora, la víctima, que hoy es mayor de edad, ha pedido ser mantenida en el anonimato", agregó Lombardi.
A través de un comunicado publicado en la web de la Iglesia católica noruega, el actual administrador apostólico de Trondheim, Bernt Eidsvig, explicó que "la Nunciatura apostólica de Estocolmo fue la encargada de investigar el caso y colaborar con la justicia penal noruega". Ante las acusaciones, Mueller "admitió su responsabilidad y seguidamente presentó su dimisión".
Aunque el crimen "ya ha prescrito para la legislación noruega, todavía se puede aplicar la justicia interna eclesiástica y por ello, Mueller ha dimitido y no tiene ningún encargo pastoral", destacó Eidsvig.