Una fuerte tormenta de arena tiñó el cielo de amarillo sobre la capital de China. Se produjo por una combinación de condiciones meteorológicas desfavorables y suelo seco
Polvo fino en la atmósfera limitó fuertemente la visibilidad en las calles.
El Observatorio Meteorológico Municipal de Pekín emitió un alerta la noche del viernes y recomendó a la población a permanecer en sus casas o usar un barbijo y anteojos protectores para estar al aire libre.
La tormenta de arena se desplaza desde hace días desde el noroeste de China y afectó a 16 millones de personas, según los medios estatales. En las regiones de Gansu y Ningxia la arena causó daños a los cultivos, según la agencia DPA.
Las autoridades sostienen la tormenta de arena se produjo por una combinación de condiciones meteorológicas desfavorables y un suelo seco.