Benedicto XVI brindó su apoyo al pueblo chileno y pidió la solidaridad de todas las organizaciones eclesiásticas. "Mi pensamiento se dirige a Chile", dijo en español
Entre los llamados de apoyo hacia el pueblo chileno se sumó el del papa Benedicto XVI quien pidió solidaridad "en particular de las organizaciones eclesiásticas" con las personas afectadas por el sismo de ayer, que dejó más de 400 muertos y miles de heridos.
"Mi pensamiento se dirige a Chile y a las poblaciones afectadas por el terremoto, que causó numerosas pérdidas de vidas humanas y daños", dijo Joseph Ratzinger. "Estoy seguro que no faltará la solidaridad con los afectados", agregó.
Después del Angelus dominical en la Plaza San Pedro Benedicto XVI afirmó que reza "por las víctimas" y que se encuentra "espiritualmente cerca de las personas afectadas por tan grave calamidad".
"Ruego por las personas puestas a prueba por tan grave calamidad, para ellas imploro que Dios las alivie en el sufrimiento y les dé fuerza en esta adversidad", destacó.
El llamamiento a la solidaridad fue retomado luego por el Papa al saludar en lengua española: "Me siento especialmente cerca de la querida población chilena, afectada por un gran terremoto en su país. En un momento como este surge espontáneamente una oración al Señor para las víctimas y un mensaje de apoyo para todos, para que superen esta gran prueba".