La cantidad de víctimas crece minuto a minuto y hay cientos de personas atrapadas en edificios. Los daños materiales treparían a los U$S 30.000 millones
Al menos unas 708 personas murieron por el terremoto de 8,8 grados Richter que sacudió ayer a Chile, además de registrarse una cantidad indeterminada de desaparecidos, según informó la presidenta Michelle Bachellet. Esta mañana hubo nuevas réplicas y temor en la población.
Bachelet añadió que hoy se reunirá con el equipo del presidente electo Sebastián Piñera, que asume el 11 de marzo, para analizar la situación, según informó la agencias Ansa.
La ONEMI dio cuenta además a través de un comunicado que una réplica del sismo de ayer afectó esta mañana las regiones de Valparaíso, Metropolitana, O`Higgins y el Maule alcanzando una intensidad que fluctuó entre los II y VI grados en la Escala de Mercalli.
El nuevo sacudón provocó gran temor en la población que mayormente pasó la noche en las calles ya que en las zonas afectadas los edificios presentan problemas de estructura.
Fuentes policiales informaron que otra vez crujieron las bases y se rompieron vidrios, pero no hubo nuevos derrumbes.
Sin embargo, para evitar consecuencias, durante la mañana las autoridades de Viña del Mar ordenaron evacuar a los habitantes de dos torres.
En la ciudad de Concepción, en la región de Bío Bío, medio centenar de habitantes de un edificio de 14 pisos que colapsó durante el terremoto, permanecía aún entre los escombros.
Equipos de bomberos lograron sacar a varios habitantes con vida, pero durante la mañana retiraron también tres cadáveres.
"El edificio colapsó y se encuentra semiderrumbado, retiramos tres cuerpos, pero aún se escuchan golpes y pedidos de auxilio", dijo a la prensa un bombero de Concepción.
En la misma ciudad, miles de personas pasaron la noche en las calles, ya que no pueden acceder a sus viviendas por el riesgo de derrumbe.
Hasta el mediodía los servicios esenciales como energía eléctrica, gas y agua continuaban cortados.
Además en varios supermercados de la zona donde comenzaron los saqueos, la policía intentó detener los robos distribuyendo alimentos a la población necesitada.
"La situación ha sido caótica desde un principio. Se ha intentado proteger lo que se puede", dijo el policía Jorge Córdova, citado por la agencia DPA.
"La ciudad está sin agua, sin electricidad, y la gente la recorre en auto buscando lugares de donde sacar comida, remedios o lo que sea", agregó.
En la región del Maule, 240 kilómetros al sur de Santiago, decenas de personas permanecían desaparecidas tras una serie de olas que tras el terremoto "primero alcanzaron la rodilla de los habitantes costeros, luego la cintura y posteriormente los arrastraron al mar", dijeron testigos.
En el puerto de Talcahuano, el tsunami que sucedió al terremoto dejó varios barcos varados en el interior de la localidad.
Otro tanto hicieron las olas a unos 200 kilómetros al norte, en la localidad de Constitución.
Carlos Torres, un teniente de policía de la zona dijo a la agencia DPA que "hay por lo menos 150 desaparecidos".
Esta mañana la presidenta Michelle Bachelet concurrió al ONEMI y encabezó nuevamente el comité de crisis.
Por entonces la región metropolitana que cuenta con la mayoría de las rutas colapsadas, solo se mantenía comunicada a través de la ruta que lleva al paso Cristo Redentor hacia la Argentina.
Por esa vía, según la dirección Nacional de Vialidad de Argentina, además de los vehículos livianos tenían autorización de paso 400 camiones hacia Mendoza y otros 400 hacia Santiago.
En tanto, el aeropuerto internacional de la capital chilena permanecía cerrado a los vuelos comerciales.
La empresa Lan, que suspendió sus cuatro vuelos de la mañana, poco después de mediodía, despachó desde Ezeiza un vuelo que había llegado procedente de Europa, hacia la ciudad chilena de Antofagasta.
Por su parte, Aerolíneas Argentinas al cancelar sus vuelos del tramo Buenos Aires-Santiago, reprogramó vuelos hasta Mendoza, donde los pasajeros luego serán trasladados vía terrestre a la capital trasandina.
Desde Santiago, el embajador argentino en Chile, Ginés González García, dijo a Télam que "todos los consulados y representaciones diplomáticas de la Argentina en Chile se mantienen abiertos para tratar de solucionar los inconvenientes" y que "a partir de las redes de argentinos residentes aquí pudimos comprobar que no hay hasta el momento reportes de ciudadanos de nuestro país entre las víctimas".
El embajador comentó que "además de los muertos que son lo más lamentable del terremoto, en Chile hay por lo menos seis hospitales en la zona sur que han quedado seriamente deteriorados" y que "en ese sentido hemos puesto toda nuestra ayuda y experiencia en el tema para colaborar con lo que podamos desde la Argentina en materia sanitaria".
Por su parte en el Vaticano, el papa Benedicto XVI llamó a la solidaridad de todos y en particular de las organizaciones eclesiásticas con las personas afectadas por el terremoto de ayer en Chile.
"Mi pensamiento se dirige a Chile y a las poblaciones afectadas por el terremoto, que causó numerosas pérdidas de vidas humanas e ingentes daños", dijo el Papa después del Angelus dominical, según consigna la agencia Ansa.
"Estoy seguro que no faltará la solidaridad" con los afectados, agregó.
"Ruego por las víctimas y estoy espiritualmente cerca de las personas puestas a prueba por tan grave calamidad, para ellas imploro que Dios las alivie en el sufrimiento y les dé fuerza en esta adversidad", destacó el Pontífice.