El polémico secretario de Comercio influyó en las renuncias de los ministros Peirano y Lousteau, y ahora quiere la dimisión de 'Aime'. La mano de Kirchner, detrás
Si se tienen en cuenta experiencias anteriores, Amado Boudou no tendría demasiado futuro en el Ministerio de Economía, porque Néstor Kirchner parece haberle bajado el pulgar, Mercedes Marcó del Pont se mueve como jefa del Palacio de Hacienda y no sólo del Banco Central, y encima la tromba del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, comenzó a operar contra el hasta ahora jefe de Economía.
Moreno ya le costó el puesto a los ministros Miguel Peirano y Martín Lousteau, y puso su granito de arena para que Felisa Miceli y Carlos Fernández dieran un paso al costado.
Desde que echaron a Roberto Lavagna de Economía, esa cartera perdió cualquier autonomía.
El diario Clarín consigna este martes que Boudou salió a jugar su interna con el secretario de Comercio Interior, y para ello eligió como blanco a uno de los hombres de mayor confianza del polémico funcionario: el "director técnico" del INDEC, el 'colorado' Norberto Itzcovich.
Es precisamente ese organismo el motivo de la nueva pulseada entre Boudou y Moreno: el ministro resonsabiliza al secretario por no entregar la información que reclaman los integrantes del Consejo Académico, que integran cinco universidades nacionales.
El jefe del Palacio de Hacienda buscó despegarse en las últimas horas de la intervención política que ejerce Moreno en ese organismo, según coincidieron fuentes gubernamentales, del INDEC y del Consejo Asesor consultadas por Clarín.
Boudou habría llamado uno por uno y de manera directa a los rectores y los principales asesores de los académicos que tienen la tarea de evaluar los últimos cambios metodólogicos aplicados en el INDEC, para opinar sobre la calidad de las estadísticas oficiales.
Ansioso, el ministro se adelantó a las conclusiones que deberían conocerse en abril próximo. Les pidió a los expertos que en su veredicto final dejaran en claro que la responsabilidad del Ministerio de Economía es menor en la intervención. Y cargó las tintas sobre el papel que ejecuta Itzcovich como delegado de Moreno.
En cada caso habría recibido la misma respuesta. Los académicos dejaron en claro que harán pronunciamientos técnicos y no políticos, ni mucho menos personales. Y que si el INDEC no entrega la base de datos con los que realiza las estadísticas, aunque haya cambiado de forma de medir los precios, la responsabilidad por ese incumplimiento es del Gobierno en su conjunto.
El consejo está obligado a pronunciarse en abril. Incluso, los asesores de prensa del ministro habrían intentado instalar el rumor sobre el supuesto retiro de la UBA del Consejo por esta razón. Pero el propio Boudou debió salir a desmentir a sus colaboradores.
La ansiedad que llevó a Boudou al intento de buscar respaldo político propio por fuera de Olivos, se explicaría justamente por lo que pasa puertas adentro de la residencia presidencial.
Hace demasiado tiempo que no se lo ve por allí a Boudou; mientras que Moreno nunca dejó de ser uno de los visitantes más frecuentes.
El secretario regresó con alto perfil a la escena tras la negociación en torno al precio de 11 cortes de carne, para evitar que sigan subiendo esos precios. El titular del Palacio de Hacienda quedó totalmente al margen de eso.
El Gobierno insiste por un camino que fracasó siempre, pero la tozudez de Kirchner y su 'debilidad' por Moreno parecen predominar.
El ministro, que en un primer momento habría pensando en que Moreno aceptaría una normalización del INDEC, ahora habría entendido que "normalización" en el diccionario de Moreno (y de Itzcovich) significa otra cosa.
A Boudou (quien hoy se reunirá con representantes de las universidades) las críticas internacionales al INDEC le complicaron varios de sus planes. Por ejemplo, demora la autorización de la Securitty and Exchange Comission (SEC) para poder concretar el canje con los bonistas que no quisieron entrar en la oferta de 2005. Entre otras observaciones, le pidió a Boudou explicaciones sobre la situación del INDEC y sus estadísticas.
Justamente uno de los argumentos de los equipos de Itzcovih (y de Moreno, claro) es que se intervino políticamente el IDNEC en febrero de 2007 para evitar especulaciones financieras con los títulos de deuda argentinos que se ajustan por el índice de inflación.
Antes de la demora en el canje, Boudou se encontró con el escollo de la falta de credibilidad en el INDEC cuando intentó, otra vez sin éxito, acercarse al Fondo Monetario. El FMI le había pedido un monitoreo en el país sobre la situación del INDEC y, entonces, el acuerdo se truncó.
Desde febrero de 2007, el INDEC dejó de responder al ministro de Economía y quedó bajo la influencia de Moreno. Cuatro ministros, antes que el actual, intentaron pelear con esa situación. ¿Podrá cambiarla Boudou?