El Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) del presidente Luiz Inacio Lula da Silva ganó la gobernación de Pará (nordeste) en la segunda vuelta de este domingo, con lo cual controlará cinco estados, dos más de los que gobernaba hasta ahora, según las proyecciones a boca de urna.

La senadora petista Ana Julia Carepa puso fin a doce años de hegemonía del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) en Pará, al derrotar a Almir Gabriel, y confirmó la fuerte ola pro-Lula en el paupérrimo nordeste del país.

En la primera vuelta el PT había logrado conservar dos de los estados que ya tenía en su poder: Acre (oeste) y Piauí (nordeste), y conquistado dos en tierras nordestinas: Sergipe y Bahía, cuarta circunscripción del país, según encuestas de boca de urna del instituto Ibope.

El PT había perdido en cambio Mato Grosso do Sul (centro-sur) y este domingo no consiguió recuperar Rio Grande do Sul (sur), donde su candidato y ex gobernador Olivio Dutra (1999-2002) fue derrotado por la socialdemócrata Yeda Crusius, según adelantan las proyecciones de Ibope.

El PSDB ya había conquistado en la primera vuelta los dos principales colegios electorales del país: Sao Paulo y Minas Gerais, con las victorias de José Serra y Aecio Neves, respectivamente.

En Rio de Janeiro (tercera circunscripción), ganó Sergio Cabral, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que en la campaña de la segunda vuelta fue apoyado por Lula, frente a una candidata del PSDB.

El PMDB, un partido con fuerte penetración regional pero que no presentó candidato a presidente, ya tiene asegurado el control de cinco estados (Amazonas, Espirito Santo, Mato Grosso do Sul, Tocantins, Paraná y Rio) y pelea en otros cuatro.