La Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria prohibió el uso de envases primarios y trípodes para pizzas que no estén habilitados por este organismo
La Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (Assal) prohibió la utilización de envases primarios y trípodes para pizzas que no estén habilitados por este organismo u otro competente. La medida, que regirá a partir del 31 de marzo, se tomó al detectar que el 60 y 30 por ciento respectivamente de las cajas y trípodes reaccionan con el alimento y pueden provocar enfermedades cuya severidad depende del material reciclado que se utilizó para construir la caja.
"Sólo se debe utilizar cartón y plástico virgen, no contaminados por la reutilización de algún componente", explicó Marcos Monteverde, secretario de la Assal.
La Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (Assal) prohibió la utilización de envases primarios y trípodes para pizzas que no estén habilitados por este organismo u otro competente. La medida, que regirá a partir del 31 de marzo, se tomó al detectar que el 60 y 30 por ciento respectivamente de las cajas y trípodes reaccionan con el alimento y pueden provocar enfermedades cuya severidad depende del material reciclado que se utilizó para construir la caja. “Sólo se debe utilizar cartón y plástico virgen, no contaminados por la reutilización de algún componente”, explicó Marcos Monteverde, secretario de la Assal.
Un muestreo realizado por el laboratorio de la Assal encendió la luz roja. Una gran cantidad de cajas de cartón que los delivery transportan presurosos y el trípode que pone un compás de aire entre la mozzarella y el envase, escapaban a los parámetros establecidos por el Código Alimentario Argentino. Esta normativa regula las características y usos de utensilios, envases, envolturas y accesorios utilizados en la manipulación de alimentos. Con el primer día de abril la situación deberá estar regularizada. “Vamos a decomisar los recipientes que no estén certificados”, anticipó Monteverde a La Capital.
La sanción será para quienes fabrican y venden cajas y trípodes con cartones y plásticos reciclados. No pocas veces la mixtura se hace con envases sin tener en cuenta que lavarlos y reutilizarlos no son suficientes para neutralizar sus contenidos originales.
Así, para evitar que el queso de una sabrosa «napolitana» termine aliado con alguna molécula perdida de, por ejemplo, un pesticida, las pizzerías deberán comprar los envases a un proveedor confiable. “Tal vez muchas fábricas de estos recipientes estén trabajando con seriedad y nunca certificaron sus productos, ahora deberán hacerlo”, comentó el portavoz de la Assal. Lo contrario también existe. “Hay lugares que fabrican estos artículos y ni siquiera sabemos dónde están”, agregó.
Con los días contados. El 1º de abril todo material utilizado para despachar las pizzas tendrá que dar cuenta de sus credenciales: estar registrado como producto y proceder de un establecimiento ubicable. “Ese es el plazo para regularizar estos productos, a partir de ese momento serán decomisados”, adelantó Monteverde.
La sorpresa que dejó en off-side a los envases para las pizzas fue el resultado del sistema de vigilancia basada en laboratorio que tiene en marcha la Assal desde que reemplazó a la Dirección Provincial de Bromatología y Química. La entidad tiene como objetivo garantizar la seguridad alimentaria de la población y de los alimentos en todo el territorio santafesino (ver aparte).
Según el Código Alimentario, los recipientes para transportar pizzas deben estar fabricados con materiales autorizados por esta normativa y no ceder sustancias indeseables, tóxicas o contaminantes a los alimentos. Este contacto no deseado potencia las posibilidades de contaminación de los mismos y pone en riesgo al consumidor. “Allí radica el motivo de la decisión adoptada”, destacó Monteverde.
Cuando se recicla sin atender al Código Alimentario se emplean envases priorizando su «cantidad de plástico» sin tener en cuenta que fueron recipientes de algún producto químico de alto riesgo para la salud. “Cuando el plástico final resulta de color indefinido, hay que desconfiar”, explicó el representante de la Assal.
Según el profesional, el cartón y plástico reciclado se pueden emplear en otro tipo de productos, pero nunca para transportar alimentos, ya que en estos casos la premisa es, justamente, que el envase sea inerte, de lo contrario, “en forma indirecta, uno estaría consumiendo los componentes químicos del contenido de origen del recipiente”.