Al igual que sucede año tras año, el inicio de clases vuelve a peligrar en la provincia de Buenos Aires. Con ese espíritu, las autoridades del gobierno encabezado por Daniel Scioli continuaban hoy negociando con los docentes bonaerenses el aumento salarial, después de fracasar ayer el primer intento de acuerdo.

En ese sentido, el secretario general del Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación bonaerense (Suteba), Roberto Baradel, destacó hoy que el gobierno bonaerense haya elevado una propuesta de incremento salarial, pero advirtió que faltan "pocos días" para el inicio del ciclo lectivo.

"Si bien es una propuesta similar a la que se planteó en el piso nacional (del 23,4 por ciento), la provincia ya tenía una diferencia sobre eso", justificó el sindicalista sobre el rechazo a la oferta en diálogo con radio Mitre. En ese sentido, explicó: "Si aceptáramos esto estaríamos recibiendo un aumento inferior al que van a recibir las once provincias" que van a ser asistidas por la Nación para afrontar los incrementos.

La propuesta de aumento que formuló el gobierno bonaerense, que ofreció el mismo incremento otorgado por la Nación, pretende llevar el salario inicial a $ 1740 en marzo y $ 1840 en julio. En la provincia, los docentes cobran un salario inicial de $ 1540, levemente superior al que estaba establecido por la Nación en $ 1490, y los maestros pretenden mantener esa diferencia.

El fracaso de la reunión inicial de ayer causó sorpresa y contradijo el optimismo que desde anteayer había mostrado el gobierno provincial. De hecho, se comentó en estos días que el Gobierno había garantizado el envío de fondos extra para que la ahogada administración bonaerense pudiera hacer frente al pago del aumento docente.

Once provincias también reciben ayuda: están comprendidas en un fondo de compensación salarial. Son Tucumán, Santiago del Estero, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, Salta y San Juan. Pero para el resto, la situación es bien complicada. Una de las que están en problemas es la ciudad de Buenos Aires, cuyo jefe de gobierno, Mauricio Macri, atacó duramente el acuerdo paritario nacional.