En una elección en la que el gobierno nacional se juega una parada brava, unos 700 mil misioneros están habilitados para votar este domingo en una elección que se estima será voto a voto y que tendrá impacto político más allá de los límites de la provincia, en un clima enrarecido por denuncias de clientelismo y fraude electoral.

Desde las 8.00, los misioneros sufragarán para elegir a los 35 convencionales que deberán definir si modifican la Constitución provincial para instaurar la reelección indefinida en los cargos de gobernador y vice, como impulsa el mandatario kirchnerista Carlos Rovira.

La elección enfrentará al Frente Renovador que postula como primera candidata a Viviana Rovira, prima del gobernador, y a la agrupación opositora Frente Unidos por la Dignidad (FUD), que lidera el obispo emérito de Iguazú, Joaquín Piña.

Detrás de la elección provincial se esconde una disputa de carácter nacional: Piña cuenta con el apoyo del presidente del Episcopado, el cardenal Jorge Bergoglio, mientras que el presidente Néstor Kirchner se puso al lado del mandatario provincial, uno de sus antiguos aliados en el interior.

También desfilaron por la provincia mesopotámica para apoyar la candidatura de Piña representantes de todo el arco político nacional -socialistas, radicales, macristas y lavagnistas-, además de dirigentes de peso como Juan Carlos Blumberg y el
premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.

Rovira, que durante los últimos días puso todo el aparato gubernamental a disposición de la campaña proselitista, necesita al menos sumar 18 de los 35 convencionales que estarán en juego mañana para cambiar la Constitución y así poder presentarse para un nuevo mandato en 2007.