A diario, los medios informan crímenes en el conurbano bonaerense pero sólo una parte de la violencia en ascenso, con asesinatos, robos y violaciones, trasciende, porque el resto se pierde en una nube espesa que confunde, trata de instalar supuestas conspiraciones o ajustes de cuenta, y ocultar que zonas de la Argentina ya no son controladas por el Estado: allí mandan las bandadas delictivas y el narcotráfico.

Uno de los últimos casos ocurrió cuando un gendarme de 49 años fue asesinado de un balazo en la cabeza y otro en el abdomen en el partido bonaerense de José C.Paz, cuando se dirigía junto a su hija a un consultorio médico en Campo de Mayo.

El hecho causó conmoción entre los vecinos del Barrio Frino, que se quejaron de la inseguridad que deben sufrir diariamente en la zona.

El crimen ocurrió en la esquina de Trelles y Alvarez Thomas, a cinco cuadras de la estación de trenes y a solo 200 metros de la comisaría de la zona. La víctima fue Ramón Valdezzani, un sargento ayudante de Gendarmería Nacional que trabajaba en Campo de Mayo, pero que en la actualidad se encontraba con licencia médica.

Tras la muerte del gendarme, varios vecinos fueron a visitar a la familia de Valdezzani. Entre gestos de dolor, muchos se quejaron de la inseguridad de la zona. "Los fines de semana, a la noche, no podés estar tranquilo ni en tu propia casa", se lamentó ante Clarín.com Angel, que vive a una cuadra de la esquina en la que fue muerto Valdezzani. " Hay falopa (drogas), caño (armas de fuego) y nadie hace nada ", denunció.

Según los investigadores, todo comenzó cerca de las 7 de esta mañana cuando Valdezzani y su hija de 20 años se dirigían hacia la estación de trenes para llegar hasta un consultorio médico de Campo de Mayo, donde aparentemente debía realizarse un nuevo chequeo médico.

Antes de llegar, fueron sorprendidos por un hombre que iba en bicicleta vestido con "un mameluco del tipo de obrero de la construcción", según dijo un jefe policial que participa en la investigación. (El agresor) "es un hombre de una importante contextura física y con el pelo canoso", añadió.

En ese momento, según pudo declarar la hija en medio de un ataque de nervios, el hombre comenzó a insultar a su padre y le disparó un balazo en la cabeza y otro en el abdomen, tras lo cual se volvió a subir a la bicicleta y escapó. La joven, que había salido corriendo ante el temor de que también le disparara a ella, auxilió a su papá, pero fue en vano: murió antes de que pudiera ser asistido por los médicos.

En un principio, los investigadores creyeron que el crimen se había producido en medio de un intento de robo, pero luego constataron que el gendarme tenía todas sus pertenencias en los bolsillos. "Tenía la billetera con dinero guardada, sus llaves y hasta un celular al lado de su cuerpo. Por eso no estamos seguros de que se haya tratado de un intento de robo", señaló la Policía.

De todas formas, los investigadores mantienen esa hipótesis como una de las líneas investigativas, aunque no descartan que se haya tratado de un intento de abuso sexual, ya que la joven dijo que el atacante le gritó algo a ella y que su padre quiso defenderla.

El hecho es investigado por personal de la comisaría de Barrio Frino y por un fiscal de turno de Pilar.

Hay decenas de robos y delitos de todo tipo, como los que sufren remiseros y colectiveros en los partidos de La Matanza, que ni siquiera se llegan a contabilizar porque las víctimas ni pierden el tiempo en denunciarlo.