21 de noviembre de 2024
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El "lobo" se comió al "Pincha" en el clásico de La Plata
El clásico de las diagonales fue esta vez para Gimnasia que superó a Estudiantes por 3-1, en un partido que tuvo todos los condimentos. Así lo de Cocca ilusionan a su gente
3 de febrero de 2010
Con este resultado, Gimnasia sumó su primer triunfo en 2010 y niveló, con tres unidades, la línea de Estudiantes en el actual certamen.
Stracqualursi, la figura de la cancha, no sólo erró un tiro penal en el segundo tiempo, sino que además cortó la racha de 435 minutos sin anotar que tenía su equipo hasta la fecha.
Está claro que la fiesta en el Bosque (sólo con hinchas locales) se potenció porque Gimnasia no le ganaba a Estudiantes desde el Clausura 2005, cuando lo goleó por 4 a 1, justamente en el último partido que jugó en este estadio.
Estudiantes, que tiene una ventaja de 51 triunfos sobre 45 en el historial, ostentaba una racha de nueve clásicos sin derrotas, producto de siete triunfos (incluido el histórico 7 a 0) y dos empates.
El primer período tuvo un desarrollo discreto, porque ninguno de los dos equipos logró imponer su juego.
Es que ambos conjuntos jugaron esos 45 minutos iniciales cómo se hace habitualmente en los clásicos: con más marca y fricción que fútbol.
Dentro de ese contexto, Gimnasia, consciente de sus limitaciones y del buen juego de su rival, planteó el partido en la mitad de cancha.
El buen trabajo de sus mediocampistas de marca, Fabián Rinaudo y Luciano Aued, impidió que Estudiantes generara fútbol y por ende llegara al arco de Gastón Sessa.
Es que la sumatoria de jugadores de buen pie, Enzo Pérez, Verón, Leandro Benítez, Marcelo Carrusca, José Sosa y Mauro Boselli, presuponía una superioridad del conjunto que conduce Alejandro Sabella.
Pero el equipo de Cocca se las ingenió para cortar todos los circuitos futbolísticos del actual campeón de América.
Y no solo eso, ya que Gimnasia, cuando se lo propuso, llegó con peligro, a partir de la velocidad y movilidad de sus delanteros: el colombiano Marco Pérez y Stracqualursi.
Fue así que, a los 26 minutos, el equipo local llevó peligro por primera vez: un pase de Stracqualursi derivó en un fuerte remate de Pérez, que fue resuelto de manera brillante por Agustín Orión.
Otro factor que incidió en el juego fue que Sabella no jugó con un volante de marca. Es que Estudiantes extrañó a Rodrigo Braña (lesionado) y Matías Sánchez (en el banco de suplentes).
Entonces, de una jugada elaborada en la mitad de la cancha, llegó la apertura del marcador.
A los 45 minutos Diego Villar envió un centro desde la izquierda, la pelota se desvió en Verón, y Stracqualursi, con un cabezazo, puso el 1 a 0.
El inicio del segundo tiempo mostró a un Estudiantes pasivo y a un Gimnasia decidido a sellar el triunfo.
Y a los 7 minutos, el equipo de Cocca tuvo la chance de hacerlo, pero Orión le contuvo un tiro penal Stracqualursi, tras una innecesaria falta de Germán Ré sobre el imparable Marco Pérez.
La tónica no varió demasiado con el transcurrir del tiempo, ya que Gimnasia se mostró más sólido y Estudiantes más apático.
Sabella mandó a la cancha a Maximiliano Núñez por Carrusca para tener más explosión en los metros finales y Cocca hizo cambio de piezas (Lucas Castro por Hernán Encina, Esteban González por Villar y Cuevas por Marco Pérez), aunque no modificó el esquema.
Sobre los 35 minutos Stracqualursi puso el 2 a 0 con un preciso remate desde afuera del área que parecía sentenciar la historia, pero a los 43m. Verón achicó la diferencia tras una buena combinación con Boselli.
Tras el descuento, los dirigidos por Sabella tuvieron el empate en dos oportunidades por intermedio de Enzo Pérez, pero el mediocampista no estuvo fino en la definición.
Parecía que Estudiantes lo igualaba en un final dramático, pero un error de Orión le permitió a Cuevas poner el 3 a 1 final.
Así llegó la justicia porque Gimnasia fue superior, pese a flaquear sobre el epílogo del clásico.
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