Barrionuevo, con el apoyo de 40 gremios, pretende armarle una central sindical paralela a Moyano. Sería para desestabilizar al camionero, al frente de la CGT
Después de los escandalosos incidentes que se produjeron entre barras sindicales y sectores del justicialismo bonaerense, el poder de Hugo Moyano está más cuestionado que nunca.
Ahora, su antiguo aliado, Luis Barrionuevo, podría darle la puñalada por la espalada.
Es que la imagen en televisión del chofer del hijo de Moyano y delegado de los camioneros, Emilio “Madonna” Quiroz, disparando a mansalva, no fue precisamente un favor para las intenciones del jefe de la CGT de perpetuarse al frente del movimiento obrero.
El inefable Barrionuevo, que suele oscilar entre el sector de "los gordos" y el moyanismo, podría desequilibrar la balanza.
Barrionuevo ahora pretende noquear a una de los principales líderes kirchenristas, quien, pese a los desastrosos eventos del 17 de octubre en la quinta de San Vicente durante el traslado de los restos del General Juan Domingo Perón, recibió el apoyo presidencial.
El jefe de los trabajadores gastronómicos y ahora líder del peronismo catamarqueño planea dar el batacazo el jueves próximo, según informó esta mañana el diario La Nación.
Barrionuevo sería acompañado en su cruzada antimoyanista por otros líderes sindicales de perfil ambiguo, como Armando Cavallieri, de los Empleados de Comercio; Andrés Rodríguez de la Unión de Personal Civil y José Luis Linguieri, de Obras Sanitarias, quien además se desempeña como secretario adjunto de la central obrera. Contabilizan en total 40 gremios que apostarían por esta opción.