Si bien justificó que no entregara las reservas, lo acusó por haber aceptado la manipulación del Indec. El resultado fue 2 a 1. Prat Gay le apuntó al directorio del Central
La comisión bicameral aconsejó al Gobierno, por dos votos a uno, la remoción de Martín Redrado de la presidencia del Banco Central. El voto que desniveló en favor del pedido de la Presidenta fue el del vicepresidente Julio Cobos, ya que el diputado kirchnerista Gustavo Marconato se expidió en el mismo sentido -como estaba anunciado- y su colega de la Coalición Cívica, Alfonso Prat Gay, desaconsejó el despido.
Esta vez, Cobos se diferenció de lo que sucedió hace casi dos años con la resolución 125 sobre retenciones móviles al agro. Apoyó el pedido de remoción que había elevado el Gobierno pese a los ingentes ruegos que, hasta último momento, arreciaron desde la cúpula del radicalismo para que no lo hiciera.
De todos modos, insistió en que Redrado debía ser destituido de su cargo no por las causales que invocaba el Gobierno, sino por no haber defendido la política monetaria acorde con lo que estipula la Carta Orgánica del BCRA.
El vicepresidente consideró que el funcionario cumplió, en realidad, con todos los pasos administrativos destinados a crear el polémico Fondo del Bicentenario, concebido por el Gobierno para afrontar pagos de la deuda externa con 6500 millones de dólares de reservas de la entidad monetaria. "Cobos sostiene que, en este punto en particular, Redrado no incumplió sus deberes de funcionario público, a diferencia de lo que sostiene el Gobierno", explicaron las fuentes cobistas a La Nacion, en un intento de marcar distancia de la Casa Rosada.
Pero Cobos sí habría sido implacable en sus críticas al manejo de la política monetaria por parte de Redrado durante el gobierno kirchnerista, y lo responsabilizó por haber avalado el maquillaje de los índices de inflación por parte del Indec. Asimismo, lo cuestionó por su actitud durante su enfrentamiento con el Gobierno, achacándole una sobreexposición desmedida en los medios y cierta imprudencia en sus gestos.
Y no se habría privado de asestarle críticas directas al Poder Ejecutivo por cómo agigantó y complejizó su embate contra Redrado y le recomienda que acepte su renuncia. Respecto del directorio del BCRA, el vicepresidente sugeriría a la Presidenta que bien valdría una investigación sobre la actuación de sus miembros, justamente por el manejo de la política monetaria.
La de ayer fue una agotadora y, por momentos, tensa reunión de la comisión especial. Con algo de demora, ayer por la tarde los tres legisladores se reunieron en las oficinas de Cobos para intentar conciliar una posición común, pero desde el vamos se reveló que la misión sería por demás compleja: conocida la posición del oficialista Marconato a favor de la destitución de Redrado, Prat-Gay sorprendió a sus pares con la conclusión de su dictamen, en la que rechazaba la remoción del funcionario al menos en lo referido a los motivos del decreto oficial.
La postura de Prat-Gay descolocó a Cobos, que, sorprendido, pidió un cuarto intermedio hasta las ocho de la noche. "Durante las audiencias con Redrado, Alfonso había sido el más inquisidor sobre su actuación pasada durante toda la gestión kirchnerista, a tal punto que sus cuestionamientos sirvieron de argumentos centrales para el dictamen de Cobos, aconsejando la remoción", admitían ayer en el círculo cercano al vicepresidente.
En el cambio de parecer del Prat-Gay, que hasta hace dos días se inclinaba por apoyar la destitución de Redrado por las mismas causales que ahora argumenta Cobos, primó la postura política de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, que de ninguna manera quería aparecer pegada al vicepresidente ni al Gobierno. Tras una extensa reunión de bloque, que arrancó anteayer y se retomó ayer por la mañana, el economista y Carrió acordaron una posición: rechazar la remoción de Redrado por las causales que invocaba el Gobierno y la forma en que pretendió ejecutarla (vía DNU), pero promover una denuncia contra el funcionario y el directorio del BCRA por los desmanejos en la política monetaria, aconsejando una investigación más profunda sobre su responsabilidad.
La postura de Prat-Gay quedó en soledad en la comisión. Cobos se mantuvo intransigente en su dictamen y, poco antes de las 21, en un sobre lacrado, llegó a manos de la Presidenta la opinión de los legisladores. Se descuenta que la Casa Rosada ejecutará de inmediato la remoción de Redrado y ratificará en su cargo a Miguel Pesce.