Pasaron muchos años, pero el dolor por las vidas de seres queridos que se perdieron en el fatal accidente de LAPA continúa vigente y con una voz en común: justicia para que no quede impune una de las mayores tragedias argentinas.

Rubén Alabi, hermano de una de las 65 víctimas del accidente del avión de LAPA en 1999, aseguró que "la actitud de soberbia" de los responsables de la desparecida compañía aérea "mantuvo vivos" a los familiares de los fallecidos, a horas de conocerse el veredicto por la tragedia.

"Tenemos todas las expectativas, creemos que el tribunal está a la altura de las circunstancias", sostuvo el hombre, hermano de Enrique, un visitador médico cordobés que murió en el accidente ocurrido en el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery.

Alabi, integrante de la Asociación de Familiares de Víctimas Aéreas, apuntó contra Gustavo Deutsch y Rolando Boyd, quienes eran presidente y vicepresidente de la desaparecida compañía aérea, respectivamente, para quienes los fiscales Carlos Rívolo y Guillermo Friele pidieron tres años y medio de prisión con cumplimiento efectivo por "estrago culposo".

"Creo que nos mantuvieron vivos ellos por el trato que tuvieron con los sobrevivientes y, fundamentalmente, con los familiares. Para ellos, con un resarcimiento económico del seguro estaba todo terminado", indicó.

Consultado por radio Mitre si les llamó la atención la actitud de las autoridades de la empresa después del siniestro, enfatizó: "Más que sorprendido nos ha unido, la actitud de soberbia de esta gente, la forma que se comportó siempre, con un desprecio total por la vida".

Consideró que LAPA fue "una compañía muy mal manejada, totalmente improvisada", en la que "se hacían cosas que en la parte aeronáutica ninguna compañía del mundo ha hecho".