Los fumadores tienen mayores posibilidades de engordar porque tienen menos fuerza de voluntad para cuidar su salud.

Así lo reveló una investigación que fue realizada por el Departamento de Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra. Los especialistas concluyeron que los fumadores son mucho más propensos a caer en el sobrepeso que el resto de la población, informó el sitio web Basque Research.

El estudio, publicado en el último número de Revista Española de Cardiología, fue realizado de manera prospectiva sobre 7.500 participantes durante cuatro años.

Aquellas personas analizadas que dejaron el cigarrillo en el período de evaluación presentaron una mayor ganancia relativa de peso: más de 1,500 kilos los hombres y 1 kilo las mujeres. Esta suba, muy evidente entre los amigos y familiares de aquellos que abandonan el tabaco, compensaría el daño a la salud que supone este vicio.

No obstante, el dato más sorprendente para los investigadores fue que los fumadores activos presentaron un mayor incremento de peso que los que nunca habían tenido el hábito. Los hombres subieron alrededor de medio kilo, y las mujeres 0,360 kilos.

Los investigadores no pudieron explicar por qué sucede esto, pero señalaron que, en la mayoría de los casos de adictos analizados, existe un factor común: tienen menos fuerza de voluntad para cuidar su salud. A pesar de que todos ellos reconocieron que el tabaco es perjudicial, confesaron también no poder dejarlo. Es por ello que creen verosímil que tampoco les preocupe la posibilidad de ganar peso de manera considerable.