Una atacante suicida mató al menos a 54 personas e hirió a unas 117 al detonarse con un cinturón con explosivos en medio de una peregrinación de musulmanes shiítas -confesión mayoritaria en Irak- en Bagdad, según informaron las autoridades.

El ataque fue el primero de esta magnitud este año contra los peregrinos que hacen el viaje anual a la sureña ciudad sagrada de Karbala para celebrar un día reverenciado en el calendario shiíta y causó temores sobre un posible aumento de la violencia cuando la peregrinación culmine el viernes.

La atacante ocultó los explosivos bajo su abaya -una capa negra de pies a cabeza usada por muchas mujeres musulmanas- y se unió a la marcha en el barrio de Shaab, de mayoría shiíta, en el norte de la capital, detalló el general Qassim al-Mussawi, principal vocero militar en Bagdad.

La mujer detonó su carga mientras hacía fila con otras para que guardias de seguridad las registraran en un puesto de control ubicado dentro de una carpa de descanso, dijo el general. Según la policía, había 18 mujeres y 12 niños entre los muertos.

Algunos testigos describieron una escena caótica tras la explosión. Raheem Kadhom, de 35 años, estaba parado a unos 140 metros del lugar cuando vio una enorme bola de fuego ascender de entre los peregrinos.

Había gente "en el suelo, cubierta de sangre y gritando por ayuda", dijo. "Había banderas ensangrentadas en todas partes", describió. Muchas personas corrieron a ayudar a los peregrinos. Algunos pusieron a los heridos en coches y los llevaron a hospitales, en lugar de esperar por ambulancias, dijo.

Pese a una declinación de la violencia en Irak, Al Qaeda y otros grupos extremistas sunnitas han atacado con frecuencia a los peregrinos en un intento por azuzar las tensiones sectarias y hacer lucir mal al gobierno shiíta.